La inflación en Estados Unidos será la ‘kryptonita’ para la economía de nuestro país.
En junio, la inflación del vecino del norte se aceleró a su mayor nivel en casi 13 años, y los analistas advirtieron que las presiones inflacionarias en ese país podrían tener un impacto en México, ante la volatilidad en el tipo de cambio y además se podría ver afectado por las importaciones.
El Departamento del Trabajo estadounidense informó que la inflación anual se ubicó en 5.4 por ciento en junio, la cifra más elevada desde agosto del 2008, mientras que la inflación subyacente se ubicó en 4.5 por ciento, el registró más alto desde noviembre de 1991.
Las cifras resultaron sorpresivas y generaron señales de incertidumbre en los mercados, ante la posibilidad de que las presiones inflacionarias no sean transitorias y propicie un ajuste en la política monetaria de la Reserva Federal antes de lo previsto.
Impacto en importaciones y peso
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, señaló que las presiones que se han presentado tanto en México como en Estados Unidos obedecen a un problema de oferta y demanda globales, y de continuar estas presiones en ese país, México se podría ver afectado a través de las importaciones.
“Por el lado de la oferta y la demanda, tanto local como externa, sí hay una afectación en México; no podríamos descartar que mayores precios de importaciones se puedan traducir en mayores precios al consumidor en México”, dijo.
Comentó que un claro ejemplo de ello sería el aumento en el costo de las gasolinas en México. “En el caso del petróleo habrá que ver qué tanto puede afectar el precio de la gasolina local, porque representa mayores ingresos la exportación de petróleo, pero también es una factura más grande en la parte de importación de gasolina”, aseveró.
Joel Virgen, economista en jefe de Out of the Box Economics, aseveró que las presiones inflacionarias observadas en Estados Unidos elevan la probabilidad de un ajuste más temprano del ritmo de compra de activos por parte de la Reserva Federal (Fed). “Lo anterior elevaría los riesgos cambiarios (depreciación del peso) y, por ende, los riesgos inflacionarios en México”, indicó el experto.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve Por Más, comentó que confía que Jerome Powell, presidente de la Fed, asevere que estas presiones siguen siendo transitorias y actuarán con gradualidad y paciencia, no obstante, si decidieran endurecer su política monetaria antes de tiempo se verían episodios de volatilidad en los mercados.
“En nuestro pronóstico para cierre de año estamos considerando que en el último trimestre de este 2021 la Fed estaría ajustando su lenguaje y estaría preparando ya el camino para retirar el apoyo monetario, lo cual podría generar volatilidad en el tipo de cambio; incorporando ese riesgo vemos al tipo de cambio en niveles de 20.5 pesos por dólar al cierre de este año”, comentó.
Jacobo Rodríguez, director de análisis económico y bursátil de BW Capital, coincidió en que, al ser el peso una moneda de cobertura de riesgo, pudiera verse presionada ante el aumento en la inflación en la Unión Americana y la expectativa del aumento anticipado de tasas por parte de la Fed.
“El riesgo viene en el sentido que una inflación alta derivaría en el aumento de las tasas de interés en el mercado, lo que encarecería el financiamiento y por lo tanto se pudieran presentar choques económicos en una etapa todavía temprana de la recuperación”, añadió.
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base coincidió con sus pares que las presiones de precios en el país vecino del norte incrementan la especulación de un comienzo de la normalización de la política monetaria. “Esto puede ocasionar ajustes en portafolios de inversión y volatilidad del tipo de cambio”, expresó.