El Departamento de Estado estadounidense dio a conocer un reporte sobre el clima de inversión en México para 2021, en el que señaló que las políticas energéticas impulsadas por el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “elevan el costo de hacer negocios en México”.
El reporte acusa que los inversionistas estadounidenses se han ‘quejado’ de los cambios regulatorios repentinos en el sector energético mexicano, “la inestable salud financiera de la petrolera estatal Pemex y una respuesta fiscal débil ante la crisis económica del Covid-19 han contribuido a generar un clima de incertidumbre”.
Al interior del documento se especificó que los esfuerzos recientes del actual Gobierno de México por revertir la reforma energética de 2014, incluida la Ley a la Industria Eléctrica, cuyo objetivo consiste en darle prioridad a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como generador de energía eléctrica, “aumentan aún más la incertidumbre”.
El reporte también argumentó que la proximidad entre ambos países, el acceso preferencial al mercado estadounidense, la estabilidad macroeconómica, el gran mercado interno, la creciente base de consumidores y la mano de obra cada vez más calificada pero barata son una buena combinación para que México capte inversión extranjera, sin embargo, “los cambios en normativos del actual Gobierno crean dudas en el clima de inversión”.
“Especialmente en los sectores de la energía y en la gestión de las pensiones, la administración de López Obrador ha realizado importantes cambios regulatorios y de políticas que favorecen a Pemex y CFE sobre los participantes privados. Los cambios han llevado a empresas privadas a presentar demandas en tribunales mexicanos y varias están considerando el arbitraje internacional”, agregó el Departamento de Estado.
La dependencia de Estados Unidos aceptó que el gobierno mexicano ha establecido sistemas legales, regulatorios y contables que son transparentes y consistentes con las normas internacionales, sin embargo, denunció que la administración de López Obrador ha erosionado la autonomía y cuestionado públicamente el valor de instituciones reguladoras antimonopolio y del sector energético, e incluso, ha propuesto disolver algunos de ellos para reducir costos.
“Los inversionistas están cada vez más preocupados de que la administración esté socavando la confianza en las ‘reglas del juego’, particularmente en el sector energético, al debilitar la autonomía política de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y Comisión Reguladora de Energía (CRE)”, detalló.
Además de los sectores de electricidad e hidrocarburos, la dependencia estadounidense también denunció que existen prácticas que generan incertidumbre en las telecomunicaciones y en la aviación.
El Departamento de Estado espera que la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sea un instrumento para generar confianza entre los inversionistas que pueda impulsar una integración económica regional.
“El presidente López Obrador ha expresado su optimismo de que el T-MEC impulsará a la economía mexicana”, citó el documento.