La asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI), de los cuales México recibirá 12 mil millones de dólares, conlleva riesgos para los países receptores porque un uso inadecuado de los activos podría ocasionar una deuda insostenible o una gobernanza débil, advirtió el organismo.
El FMI reconoció que los riesgos deben ser “considerados y administrados” por los países receptores quienes podrían enfrentar como efecto negativo los intereses trimestrales a tasa variable asociados con el uso de Derechos Especiales de Giro, así como la necesidad de supervisar de cerca las tenencias de los activos para garantizar la liquidación oportuna de las obligaciones.
Además, explicó que los riesgos derivados de un uso inadecuado de los DEG podrían ser elevados en los países, por lo que deberán redoblarse esfuerzos para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
“Los miembros (países que integran el FMI) no deben utilizar DEG para mantener políticas insostenibles. Hacerlo puede generar costos, incluso al socavar la capacidad de los miembros para asegurar un acceso adecuado a futuro financiamiento” expuso el Fondo en su reporte.
Aclaró que el riesgo puede mitigarse en parte mediante asesoramientos y en la vigilancia del programa con los países miembros, como se hizo en el contexto de la asignación de 2009, cuando se emitieron 161 mil 200 millones de DEGs para enfrentar la crisis financiera global.
Además, expuso que la asignación de DEG, por sí misma, no impacta negativamente la sostenibilidad de la deuda de los países miembros e incluso podría mejorarla fortaleciendo reservas amortiguadoras y resiliencia.
Agregó que para apoyar a los países y ayudar a garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, el Fondo ofrece un marco para evaluar las implicaciones macroeconómicas de la nueva asignación, sus estadísticas tratamiento y gobernanza, y cómo podría afectar la sostenibilidad de la deuda.
En su reporte, el organismo expuso que la actual emisión de Derechos Especiales de Giro es histórica porque se da en el contexto de la pandemia, y el propósito principal de la asignación es ayudar a satisfacer la necesidad global a largo plazo, de complementar los activos de reserva existentes de una manera que evite estancamiento y deflación, así como exceso de demanda e inflación.
En el caso de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso usar los 12 mil millones de dólares para el pago de deuda, una sugerencia analizada por el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel.
“Los derechos especiales de giro (DEGs) no son una moneda, son un activo de reserva internacional. En México, por mandato de ley, los activos de reserva internacional no se pueden usar para pagar deuda”, publicó en Twitter.
Los Derechos Especiales de Giro, son considerados un activo de reserva internacional creado por el FMI, pero no son una moneda. Su cotización se determina sobre la base del dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen y la libra esterlina.