El crecimiento de la economía de México en el segundo trimestre del año fue de 1.5 por ciento en comparación con el trimestre anterior, de acuerdo con las cifras revisadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicadas este miércoles.
El dato es igual que la estimación oportuna informada en julio.
Por sectores, el primario (que engloba actividades de agricultura y ganadería), avanzó 0.8 por ciento; el secundario (relacionado con la industria) aumentó 0.3 por ciento, y el terciario (que tiene que ver con servicios como el turismo) subió 2 por ciento.
En la comparación anual, es decir, entre el segundo trimestre de este año frente al mismo periodo del año anterior, el PIB de México aumentó 19.5 por ciento, su primer avance desde 2019.
El dato fue ligeramente menor a la estimación oportuna, que fue de 19.6 por ciento.
La economía mexicana parece estar mostrando ya signos de agotamiento, señala este miércoles Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero.
“Los motores que la han impulsado están empezando a dar muestras de debilidad y no está claro aún de dónde va a surgir el nuevo impulso para permitir que siga creciendo”, apuntó.
Esa pérdida de impulso se reflejó, por ejemplo, en los ingresos reales del comercio minorista, que retrocedieron en junio, y el empleo del comercio al menudeo, que también cayó en ese mes y está por debajo del que tenía en enero, agregó.
Otra ‘amenaza’ para el PIB de México puede venir de unos de sus principales motores: el T-MEC. Esta semana, la Secretaría de Economía informó de la solicitud de una consulta con las autoridades comerciales de EU sobre discrepancias en la interpretación del apartado de reglas de origen para el sector automotriz.
El asunto puede escalar hasta un éxodo de fabricantes de automóviles de la región, muchos de los cuales con plantas en México, de acuerdo con Luz María de la Mora, subsecretaria de Comercio Exterior de la dependencia.
“El T-MEC podría volverse intrascendente para el comercio en el sector automotriz en América del Norte porque las empresas pueden decidir no molestarse ni siquiera en cumplir con el tratado debido a que se vuelve costoso, engorroso y difícil”, advirtió en una entrevista con Bloomberg News.
Con información de Bloomberg