Economía

T-MEC logra despertar al sindicalismo mexicano

Los sindicatos mexicanos, estadounidenses y canadienses están dándole su propio giro a la apertura que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá trajo a la región.

Lo que por décadas fue un tema local, ahora tiene relevancia internacional. (Cuartoscuro)

Los sindicatos mexicanos, estadounidenses y canadienses están dándole su propio giro a la apertura que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) trajo a la región.

Al firmar el tratado, México se echó encima varios compromisos en materia laboral. Uno de los más importantes tiene que ver con la protección y garantía de los derechos sindicales de sus trabajadores.

Lo que por décadas fue un tema local, ahora tiene relevancia internacional. Los gobiernos de EU y Canadá (echando mano de la letra del T-MEC) están más pendientes de los procesos laborales en suelo mexicano, incluyendo la formación de sindicatos y la legitimación de contratos laborales.

Esto dio pie a una comunicación más fluida entre sindicatos mexicanos y sus contrapartes al norte de la frontera, quienes han dejado claro sus intenciones de apoyar a los trabajadores de México.

“Digamos que ya se empiezan a tejer estos vínculos entre el sindicalismo mexicano con los sindicatos de Estados Unidos y Canadá... y, por lo que parece, se están fortaleciendo”, comentó en entrevista Eusebio Hidalgo, socio fundador de la firma Ansley Consultores.

Óscar de la Vega, abogado de la firma De la Vega & Martínez Rojas, ha notado el mismo fenómeno. A su parecer, México cedió de más en el capítulo laboral del tratado, opinión que comparte con Tatiana Clouthier, secretaria de Economía,

“El T-MEC motivó mayormente esa conectividad laboral internacional... Abrimos la puerta de par en par, que fue el precio para formar parte del T-MEC”, señaló el litigante.

Primeras victorias

Los sindicatos reconocen esta coordinación. Susana Prieto, líder sindical del “Movimiento 20/32”, señaló que fueron ella y los miembros de su sindicato quienes proporcionaron pruebas a favor de los trabajadores afectados en el caso Tridonex.

Por su parte, el sindicato canadiense Unifor y la central obrera estadounidense AFL-CIO estuvieron muy pendientes de la legitimación del contrato colectivo de trabajo que se llevó a cabo en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato.

Jerry Dias, líder nacional de Unifor, aseguró que seguirán ofreciendo apoyo a los sindicatos independientes en México. Incluso pedirán recursos a su gobierno.

Según el sindicalista, Unifor lleva más de 20 años coordinando con sindicatos mexicanos para mejorar sus contratos colectivos. La activación del T-MEC, sin embargo, ha facilitado sus labores.

“Mucho del lenguaje del que estamos hablando acerca de los contratos colectivos de protección fue proporcionado por Canadá y por mi sindicato. Por eso le apuesto tanto a esto”, declaró.

Estados Unidos también contempla dedicar recursos para una mayor coordinación sindical entre países.

La Junta de Expertos Laborales Independientes de México −armada por el Congreso de EU y en la que participan los principales sindicatos del país− sugirió en uno de sus más recientes reportes dedicar 40 millones de dólares (mdd) para actividades sindicales transfronterizas, y por lo menos 100 mdd para campañas dirigidas a trabajadores mexicanos para concientizarlos sobre sus derechos de organización y negociación colectiva.

Tal es la desconfianza que el Congreso de EU asignó 180 mdd para garantizar su implementación.

Ante este nuevo panorama, los sindicatos con larga trayectoria en México tendrán que adaptarse o perecer.

“La tienen muy complicada los sindicatos para permanecer vigentes. Definitivamente tienen que ofrecer una representación muy fuerte y muy sólida, o van a desaparecer”, apuntó Óscar de la Vega.

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