México y Estados Unidos retomaron este jueves el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), que se celebra por primera vez desde 2016 y busca fortalecer la cooperación económica y comercial entre ambos países, así como las inversiones en Centroamérica para desincentivar la migración irregular.
“El DEAN busca avanzar en las prioridades estratégicas económicas, sociales y comerciales que son centrales para el impulso del crecimiento económico regional, la creación de empleos, la inversión en la gente y la reducción de las desigualdades y la pobreza en todas sus dimensione”, informaron las secretarías de Relaciones Exteriores, Economía y Hacienda en un comunicado conjunto.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris y el canciller Marcelo Ebrard destacaron la importancia de la cercanía de ambas administraciones, así como la visión estratégica compartida que México y Estados Unidos mantienen respecto de las prioridades para el desarrollo económico sustentable de la región americana.
“Uno de los objetivos de la reunión es qué vamos a hacer para que Centroamérica se incorpore al futuro y bienestar de la región”, dijo Ebrard en conferencia de prensa.
En tanto la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, y la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, coincidieron en que el DEAN se convierta en una plataforma que permita la recuperación económica tras la pandemia por el COVID-19, mediante el impulso de acciones prioritarias puntuales y de carácter bilateral, que partan de las coincidencias y que permitan sumar a los esfuerzos que ambos gobiernos realizan en el marco del T-MEC y otros mecanismos de colaboración bilateral ya existentes.
Las delegaciones de ambos países conversaron sobre los cuatro pilares acordados dentro de la visión estratégica que ambos países otorgarán a su relación económica durante los próximos años:
Reconstruir juntos. Ambos países acordaron crear un Grupo de Trabajo Bilateral en Cadenas de Suministro para identificar áreas de complementariedad en las cadenas nuevas y existentes, en aras de mantener su correcto funcionamiento ante posibles disrupciones, incrementar la competitividad, atraer líneas de producción de otras regiones en el mundo y reducir vulnerabilidades en sectores críticos, apegándose a los intereses de cada país.
También coincidieron en la importancia de tener infraestructura fronteriza y procedimientos de facilitación comercial modernos, eficientes y seguros.
Promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica. Estados Unidos dará cooperación técnica para atender las causas estructurales de la emigración en el norte de Centroamérica.
Particularmente, colaborará con el Gobierno de México en los programas de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en la región. Además, agencias de Estados Unidos implementarán actividades para desarrollar cadenas de valor; por ejemplo, a través de la mejor vinculación entre productores agrícolas y consumidores o la creación de proyectos bancables que atraigan inversión privada.
Ambos países acordaron colaborar para fomentar el comercio y promover la inversión en proyectos productivos que fomenten el desarrollo regional.
Asegurar las herramientas para la prosperidad futura. Se mitigarán las amenazas cibernéticas a las cadenas de suministro de manera coordinada y también se mejorará el flujo de datos entre los dos países.
Invertir en nuestro pueblo. Ambos gobiernos compartieron la prioridad de una economía más igualitaria, por lo que habrá capacitación a poblaciones vulnerables como mujeres, juventudes, indígenas y LGBTQ+ para que sean competitivas en la economía del siglo XXI.
Además, habrá colaboración bilateral para integrar a pymes en las cadenas regionales de valor.
Según el Gobierno de México, el DEAN mantendrá una estrecha comunicación y colaboración con el sector privado, academia y sociedad civil para considerar su retroalimentación en el progreso de las iniciativas existentes y la inclusión de otras futuras.
Se pretende que el DEAN sea un mecanismo en constante evolución de modo que los equipos técnicos trabajarán a lo largo del año en la implementación de las iniciativas y contará con una revisión semestral a nivel de subsecretarios o jefes de unidad y reuniones anuales a nivel secretario de Estado.
Ambos Gobiernos insistieron en la importancia del intercambio en educación financiera, científica y humanista y en la preparación y capacitación hacia los empleos del futuro.
De acuerdo con un reporte de EFE, poco antes de la instalación del diálogo, un funcionario estadounidense subrayó que los actores económicos “más importantes” en México son compañías estadounidenses, y que depende del Gobierno mexicano “crear el ambiente correcto” para sus inversiones en el país vecino.
El funcionario, que pidió el anonimato, respondió así a una pregunta de la prensa sobre las quejas de algunas compañías y legisladores estadounidenses de que México podría estar incumpliendo lo establecido en el T-MEC, al limitar el acceso a los mercados de las empresas de su vecino del norte.
En julio, un grupo de senadores y congresistas estadounidenses de ambos partidos envió una carta al presidente estadounidense, Joe Biden, para denunciar “la política energética proteccionista” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Empresarios mexicanos y estadounidenses han acusado también al Gobierno de López Obrador de desincentivar la inversión, en particular por su política energética, que prioriza a las empresas del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
El mandatario mexicano ha negado, sin embargo, que haya problemas con Estados Unidos por ese asunto.
El DEAN fue creado en 2013 durante el mandato de los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama (2009-2017), y de México, Enrique Peña Nieto (2012-2018).
📄Reactivación del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos. https://t.co/RaaTnDm9kl pic.twitter.com/cjgCuaExfl
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) September 9, 2021