El abasto de gasolina en México está en riesgo una vez que la clausura de terminales privadas de almacenamiento y trasvase de petrolíferos limita la importación del combustible para actividades básicas como el transporte público, la distribución de productos alimenticios y mercancías, alertó este miércoles el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El organismo empresarial hizo un llamado al gobierno federal a no obstaculizar la importación legal de combustibles. Además, expresó su profunda preocupación por la reciente clausura de terminales privadas de almacenamiento en distintos estados de la República Mexicana.
“Estas suspensiones a empresas que operan totalmente dentro del marco legal vigente, obstaculizan la importación de gasolinas para proteger artificialmente a Petróleos Mexicanos (Pemex), en detrimento de las inversiones privadas realizadas en los últimos años”, señaló el organismo cúpula.
La Secretaría de Energía (Sener) suspendió cinco permisos de importación de petrolíferos e hidrocarburos a la empresa Trafigura México, dos de importación de aceite diésel y sus mezclas, una de turbosina y dos de gasolina. También suspendió el permiso a tres terminales de Windstar Energy Resources, una de aceite diésel y dos de gasolina, según el último listado de permisos al 20 de septiembre de la dependencia.
La preocupación por estas clausuras parte del hecho de que la limitación de la importación de gasolinas reducirá la oferta de combustibles que son utilizados para actividades básicas como el transporte público, la distribución de productos alimenticios y mercancías, entre otros. Asimismo, abre la puerta al contrabando.
“El contrabando de gasolinas es un mal que afecta a la sociedad y al medio ambiente, al introducir en el mercado de combustibles aquellos de procedencia ilícita y de baja calidad”, expuso el CCE en su posicionamiento en el que reiteró su compromiso con el principio de legalidad y plena aplicación del Estado de Derecho en el país.
La capacidad de almacenamiento en México pudo aumentar gracias a la operación de estas terminales privadas cuando en 2016 se abrieron los permisos para la libre importación de estos combustibles, complementando la que Pemex utiliza para su propia producción e importación, en beneficio de la seguridad y estabilidad energética de nuestro país.
Aumentar la oferta de combustibles beneficia al consumidor y a la industria nacional al fomentar la competencia y tener distintas opciones de suministro de gasolinas. Por el contrario, limitar la importación de gasolinas reducirá la oferta de combustibles utilizados para actividades básicas.
“Desde el sector privado tenemos muy claro que la recuperación económica debe ser una prioridad para superar los estragos de la pandemia por COVID-19, por lo que el CCE hace un llamado al Gobierno de México para que las acciones emprendidas para combatir actos ilegales en la cadena de hidrocarburos no perjudiquen a la ciudadanía y a la industria mexicana, ni pongan en entredicho el compromiso de nuestro país con los tratados internacionales de libre comercio”.