Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico), consideró que la más reciente alza en la tasa de interés por parte del Banco Central es inefectiva e ineficiente.
Este incremento no resuelve los factores que originan la presión inflacionaria, consideró.
“Es inefectivo porque una mayor tasa no resuelve los factores que originan las presiones inflacionarias: aumento en precios internacionales de los insumos y disrupciones en las cadenas de suministro”, indica el informe publicado este jueves sobre las decisiones de política monetaria.
Y es también ineficiente porque este aumento podría afectar a la economía en distintas dimensiones, argumentó Esquivel.
Entre las posibles afectaciones enlistó el consumo, la inversión, el crédito y las finanzas públicas.
El pasado 30 de septiembre, el Banxico aumentó su tasa de interés, con lo que el referencial se ubicó en 4.75 por ciento.
Esquivel también consideró que este aumento en el referencial “reduce el espacio futuro para cuando la Reserva Federal inicie el proceso de normalización de sus tasas”.
Al adelantarse a dicho proceso, se corre el riesgo de que en el futuro la tasa deba llevarse a un terreno muy restrictivo, consideró.
Además, el subgobernador apuntó que este tipo de alza puede dar una visión de que la inflación sería permanente, lo cual afectaría las expectativas y el proceso de formación de precios.
“De hecho, del primer aumento a la fecha, las expectativas de corto plazo no han hecho sino aumentar, por lo que el objetivo buscado no se ha alcanzado. Así, cabría preguntarse si no sería mejor una política comunicativa que explicara con claridad la naturaleza del choque inflacionario actual, en vez de responder mecánicamente con aumentos continuos de tasas”, subrayó.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, reconoció que sí se puede afectar el consumo y el crédito si siguen subiendo las tasas.
“Puede aumentar el costo del dinero y las carteras vencidas, es un círculo vicioso”, opinó.
Discrepan con Esquivel
Joan Domene, economista sénior de Oxford Economics, dijo que Banxico actúa al igual que sus pares latinoamericanos para mitigar los riesgos asociados a las presiones inflacionarias, por lo que consideró adecuado el accionar de la autoridad monetaria al subir la tasa de fondeo, la cual se ubica actualmente en 4.75 por ciento, y discrepó en lo dicho por Esquivel.
“No creemos que sea la posición adecuada el presumir o asumir que, como son temporales algunos de estos choques, se irán solos sin necesidad de tener que reducir un poco la postura acomodaticia que había mantenido Banxico desde la pandemia”, apuntó.
Joel Virgen, economista en jefe de Out of the Box Economics, también discrepó de la óptica del subgobernador Esquivel, pues no considera que el alza en tasas sea ineficiente.
“Los aumentos no son ni inefectivos ni ineficientes en la forma en que se utilizan estos adjetivos. Respecto a la ineficiencia, asociada a la posible afectación a la economía como consecuencia de las alzas en tasa de política monetaria, es importante recordar que las condiciones monetarias operan todavía en terreno acomodaticio y, respecto al nivel que Banxico ubica como neutro, al menos restan más de 100 puntos base al alza antes de considerar que la política monetaria impone vientos en contra del crecimiento económico”, abundó.
Amín Vera, director de análisis económico de BW Capital, señaló que “al igual que todos los demás bancos centrales modernos del mundo, el mandato del Banco de México se limita a garantizar el poder adquisitivo del peso; independientemente de las causas de su depreciación”.
Alain Jaimes, analista económico de Signum Research, aseveró que el subgobernador Esquivel parece olvidar que empezar con un ciclo restrictivo da la señal de compromiso por parte de la Junta de Gobierno de velar por su mandato constitucional de estabilidad de precios.
“Si la Junta tomara la decisión de seguir sin cambios en su tasa de referencia, como lo sugiere Esquivel, existe el riesgo de que el efecto transitorio en la inflación se convierta en uno permanente ya que se contaminarían las expectativas, lo que iría completamente en contra del mandato de Banxico y eso sí sería ineficiente porque se afectaría en mayor magnitud el consumo, la inversión, el crédito y las finanzas públicas”, comentó.
Con información de Guillermo Castañares.