El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda a México, Brasil, Argentina y Colombia poner en práctica políticas de mitigación de contaminantes como eliminar subsidios al combustible y aumentar impuestos al carbono, lo que les generarían ingresos fiscales adicionales de entre 0.5 y 4.5 por ciento del PIB; pero habrá que hacerlo de la mano de transferencias de efectivo para compensar a los hogares de más bajos ingresos por los mayores costos que representan estas medidas.
“Los impuestos al carbono y la eliminación de los subsidios a la energía podrían afectar negativamente el consumo y los ingresos laborales, pero generarían ingresos sustanciales de entre 0.5 y 4.5 por ciento del PIB, que podrían utilizarse para compensar a los hogares vulnerables”, señala el organismo en su informe ‘Perspectivas Económicas Regionales’ del Hemisferio Occidente.
México contribuyó con el 1.5 por ciento a las emisiones netas totales de gases de efecto invernadero (GEI) y el 1.7 por ciento de las emisiones netas distintas del CO2 a nivel mundial en 2018, como el segundo mayor emisor después de Brasil, pero también Argentina estuvo arriba del uno por ciento y los tres son países especialmente vulnerables al impacto del cambio climático.
Por persona, las emisiones netas de gases de efecto invernadero en América Latina son de 6.4 toneladas métricas de CO2-eq3, cerca del promedio mundial y con acciones de políticas de mitigación como eliminar subsidios al combustible y establecer un precio al carbón, los países podrían alcanzar sus objetivos climáticos.
Solo México, Argentina, Chile y Colombia han otorgado un impuesto al carbón y donde se han implementado las tasas son bajas del rango de 1 a 10 dólares por tonelada de CO2, cuando el precio óptimo va en el rango de 50 a 75 dólares por tonelada de CO2 y estos impuestos cubren apenas una cuarta parte de las de gases de efecto invernadero.
El impacto en el consumo de un mayor impuesto al carbono y la eliminación de subsidios al combustible podría ser grande y regresivo, podría provocar menor demanda y pérdida de empleos; sin embargo, para hacerlo más aceptables y progresivo, el FMI recomienda utilizar las transferencias de efectivo universales para compensar a los hogares por la pérdida de consumo.
“Las estimaciones del modelo sugieren que las transferencias de efectivo universales podrían compensar por completo el impacto adverso del aumento del precio del carbono sobre el consumo de los hogares en los primeros seis a siete deciles de consumo per cápita de los hogares en Argentina, Brasil, Colombia y México”, señala el documento y añade que transferencias más específicas también podrían liberar recursos adicionales para programas de apoyo a la inversión verde y al mercado laboral.
Las pérdidas de puestos de trabajo podrían compensarse con aumentos de empleos en los nuevos sectores de energías más limpias, señala.
“Junto con los beneficios para la salud y el medio ambiente, el cambio a una energía más limpia proporcionaría oportunidades de empleo e ingresos, incluidas las que surgen del potencial de ALC para exportar productos básicos “verdes”.
Los gobiernos podrían adoptar un enfoque más específico para compensar a los hogares aprovechando las redes de seguridad social existentes para centrarse en los hogares más vulnerables, esto les permitiría canalizar parte del aumento de los ingresos fiscales a la inversión pública ecológica.
Además de la eliminación gradual de combustibles y aumentar los impuestos al carbono, sugiere otras acciones de política de mitigación de contaminantes como introducir tarifas y sistemas de comercio de emisiones; adopción de regulaciones de apoyo, inversiones ecológicas y gastos de investigación y desarrollo.