El desempleo en la población de los jóvenes entre 15 a 24 años es uno de los más afectados por el COVID-19 y el que más ha tardado en recuperarse, esto debido a la pérdida de interés en buscar un trabajo ante los apoyos económicos que reciben.
En los más recientes resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se observa que de la población desocupada entre 15 a 24 años se ha incrementado en 229 mil 259 personas de abril del año pasado a agosto del 2021.
Por su parte, la población de 25 a 44 años suma 207 mil 598 desocupados durante ese periodo, seguido de las personas que tienen 45 a 64 años con un aumento de 170 mil 770.
Mientras que los 65 años y más muestran un incremento en las personas desocupadas en 21 mil 728 personas.
De abril del 2020 a octubre del 2021, la población desocupada acumula un alza de 631 mil 346 personas, y suman un total de 2.3 millones.
“Es el problema de que no aprovechamos el llamado bono democrático; el programa de apoyo a los ‘ninis’ ha generado que no procuren buscar empleo”, indicó Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM.
El experto agregó que “adicionalmente por la falta de capacitación y habilidades necesarias para nuevos empleos, se contratan en servicios como restaurantes o turísticos o comercio y estas ramas aún no se recuperan lo suficiente para ofrecer empleos nuevos”.
Por nivel de escolaridad, las personas que cuentan con mayor grado de estudios registran mayor desempleo.
La población con educación media superior y superior registró un alza de 341 mil 288 desocupados, los de secundaria registran un alza de 184 mil 724 y los de primaria incompleta y completa acumulan 105 mil 430 desocupados, durante el periodo referido.