Economía

Canadá quiere ‘copiar’ estímulos a autos eléctricos de EU

El Primer Ministro considera la posibilidad de sumarse a la iniciativa que podría ser aprobada antes de Navidad.

Autos eléctricos. (Shutterstock.)

El gobierno canadiense está buscando todo tipo de alternativas para no sentir el golpe de los nuevos beneficios fiscales para coches eléctricos propuestos en Estados Unidos.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, confirmó que su administración podría alinear incentivos fiscales con la propuesta del presidente estadounidense Joe Biden si los autos eléctricos y baterías ensamblados en suelo canadiense se incorporan al nuevo plan de créditos de EU.

“Hay varias soluciones que hemos propuesto. Una de ellas es alinear nuestros incentivos aquí en Canadá con los de EU para asegurarnos de que no haya ventajas injustas para ninguna de las partes”, declaró el mandatario en conferencia de prensa.

La propuesta de Biden aumentaría los créditos para la compra de autos eléctricos en EU de 7 mil 500 dólares a 12 mil 500 dólares si estos son ensamblados en plantas estadounidenses sindicalizadas y si sus baterías cumplen con un mínimo de contenido nacional.

Canadá y México acusaron la propuesta de proteccionista y discriminatoria, amenazando con iniciar controversias dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) e incluso con imponer aranceles si esta es aprobada sin cambios en el Senado.

La semana pasada, la Secretaría de Economía amenazó incluso con aplicar aranceles de manera precisa “donde también duele” a las importaciones estadounidenses, alegando que el plan de créditos podría costarle a México inversiones automotrices de mucho peso.

Pese a lo dicho por Tradeu, Mary Ng, ministra de Comercio Exterior de Canadá, reiteró ayer que su oficina está considerando represalias como aranceles o suspensión de beneficios para lácteos y propiedad intelectual estadounidense.

“Espero que no tengamos que hacer nada de esto. Lo importante es que Canadá se prepare para lo peor”, dijo la funcionaria en entrevista televisiva.

Van por impulso a ‘electrolineras’

De manera paralela, la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, anunció ayer un plan federal para la construcción de 500 mil estaciones de carga para autos eléctricos, subrayando las intenciones de la Casa Blanca por sentar las bases para la “electrificación” del sector automotriz.

La estrategia –vinculada al plan de infraestructura y al de gasto social de Biden– incluye además propuestas para abaratar la producción y compra de autos verdes.

“El futuro del transporte en nuestro país y en el mundo es eléctrico... Queremos que los vehículos eléctricos sean accesibles para todos”, declaró Harris en conferencia de prensa.

Oportunidad regional

En este contexto, la iniciativa privada de México vio la propuesta del primer ministro canadiense con buenos ojos, pues les parece que estaría más en línea con el T-MEC.

“Pensamos que esa es la manera como pudiera salir, además de fortalecer a la región, que es el principal objetivo del T-MEC”, dijo Fernando Ruiz, director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

En este sentido, Ruiz ve viable que México también alinee su política fiscal para coches eléctricos con la de EU si beneficia a autos hechos en suelo nacional. Podrían hacerse excepciones al pago de tenencia o eliminar la verificación vehícular para estos autos, señaló.

En este sentido, Jesús Carrillo, director de Economía Sustentable en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), también calificó como viables los estímulos, aunque se mostró dubitativo respecto a la disposición del gobierno mexicano.

“No estoy tan seguro de que el Gobierno Federal esté tan interesado en ofrecer lo que está ofreciendo el primer ministro canadiense. Los mensajes usuales de la presidencia nos dejan ver que es menos probable que su gobierno quiera seguir a sus pares”, comentó.

El Senado estadounidense espera aprobar la propuesta –incluida dentro del llamado Build Back Better Act– antes de Navidad y enviarla al escritorio de Joe Biden antes de que cierre 2021. Sin embargo, el paquete que tendría un costo total de un billón de dólares es bastante robusto y complejo, por lo que le espera un camino escabroso.

“Es imposible pensar que va a salir exactamente igual que como la aprobó la Cámara de Representantes, sobre todo con las elecciones que vienen el próximo año”, apuntó Jorge Molina, experto en comercio exterior y catedrático del Tecnológico de Monterrey.

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