La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) estima que este 2022 repunten las ventas de vivienda a partir del primer semestre del año para crecer hasta un 20 por ciento, comparado con el año anterior, impulsados por las mudanzas a raíz del home office, la actividad turística y la demanda de inmuebles de nuevas generaciones ante la actual crisis sanitaria.
En conferencia de prensa, Florencia Estrada, nueva presidenta de la AMPI para el periodo de 2022, señaló que a pesar de que la industria atravesó por un impasse al principio de la pandemia en el 2020, en la actualidad las transacciones se han podido sostener por la actividad de financiamiento que han ofrecido organismos como el Infonavit y el Fovissste en la pandemia.
“Nosotros esperamos un crecimiento aproximadamente, y me atrevo a decir, de un 20 por ciento en lo que es la vivienda en el transcurso del año. Y ya tomando los números macroeconómicos, la expectativa es que crezcan en un 10 por ciento las operaciones en promedio, pero si va a haber un repunte importante por todos estos casos” aseguró.
Ante la posible amenaza que representa el alza de contagios por ómicron en México, la nueva presidenta de la asociación que representa a más de 5 mil 200 profesionales, aseguró que el sector inmobiliario es muy resiliente para estas crisis y esperan que a partir de la segunda mitad del año dicho repunte pueda ocurrir.
“Se estuvo recuperando el mercado muy rápido y el mercado que esperamos que crezca para este 2022 vamos a tener un crecimiento más rápido después del segundo semestre, ya casi para el 2024 y esperamos un repunte de por lo menos un 5 por ciento más”, dijo. Agregó que la pandemia puso freno en 2020 a cerca de 200 proyectos inmobiliarios y a otros 280 más en 2021.
“Lo que tenemos que hacer es adaptar esos desarrollos a las necesidades de las personas que necesitan un espacio para trabajar, hay que remodelar esa vivienda y las están reciclando de esa manera”, destacó. En ese sentido, explicó que las viviendas hoy se están dividiendo o reconvirtiendo para adaptarse a esos cambios.
Mientras que en el caso de la renta o venta de espacios comerciales, los inquilinos buscan menos espacio y en los de almacenaje hay una tendencia por la ubicación en la llamada última milla o cerca de las ciudades.
Finalmente comentó que pese al alza en materiales para la construcción de vivienda y la inflación en el país, la compra de vivienda se ha mantenido y esperan concluir el año con mayores operaciones.