Al ‘adelantarse’ al Banco de México y revelar la decisión de política monetaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador podría haber incurrido en una violación a la ley del Banco Central.
El artículo 45 de la institución señala que a las reuniones de política monetaria asisten el secretario y subsecretario de Hacienda, aunque estos no tienen voto en las decisiones.
La legislación también apunta que la Junta de Gobierno (el grupo conformado ahora por la gobernadora Victoria Rodríguez y las subgobernadores Galia Borja e Irene Espinoza y los subgobernadores Jonathan Heath y Gerardo Esquivel) podrá acordar la asistencia de funcionarios de la institución a sus sesiones para que “le rindan directamente la información que les solicite”.
La ley del Banco de México es clara respecto a lo comentado en esa reunión: “Quienes asistan a las sesiones deberán guardar confidencialidad respecto de los asuntos que se traten en ellas, salvo autorización expresa de la Junta de Gobierno para hacer alguna comunicación”.
López Obrador dijo lo siguiente en su conferencia de este jueves:
“Ayer aquí en México, el Banxico aumentó .50 por ciento, vamos a tener una tasa de interés de 6.5, cuando aumenta hay menos inversión y se supone que baja la inflación, es un mecanismo de control”, comentó.
El mandatario no especificó quién fue la fuente de su información o cómo se enteró de la decisión de aumentar la tasa en 50 puntos base.