La Secretaría de Economía salió al encuentro del gobierno de Texas para aliviar el caos que se vive en la frontera norte por un nuevo plan de inspecciones a camiones de carga.
La subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, informó anoche que la secretaría envió una carta a la oficina del gobernador texano Greg Abbott para destrabar el congestionamiento en el cruce fronterizo.
“Hemos dado puntual seguimiento a la evolución de los hechos en la frontera entre México y Texas. Hoy, por instrucciones de la secretaria Tatiana Clouthier, enviamos una carta al Gobernador de Texas para encontrar soluciones conjuntas para mantener los flujos comerciales sin interrupciones”, dijo De la Mora desde su cuenta oficial de Twitter.
Abbott anunció la semana pasada un nuevo y más estricto esquema de inspecciones a camiones de carga provenientes de México.
El nuevo plan responde al retiro de restricciones migratorias impuestas por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la pandemia del COVID-19. Según Abbott, el propósito de las inspecciones es frenar en seco el contrabando tanto de mercancías como de drogas y de personas.
El resultado han sido filas kilométricas de tráileres en los cruces fronterizos de México hacia Texas. Reportes de la prensa local señalan que las inspecciones llegan a durar varias horas para cada camión, y los operadores tienen que esperar más de 24 horas para cruzar.
Texas es uno de los mayores puertos de entrada para productos mexicanos hacia el mercado estadounidense. El estado recibe más de 100 mil millones de dólares (mdd) en mercancías de México, alrededor de 35 por ciento de sus importaciones totales.
El plan de seguridad de Abbott tiene en ascuas tanto a gobiernos como a empresas en ambos lados.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, sostuvo una reunión con Abbot el lunes para resolver el problema. El alcalde de Laredo (Texas), Pete Saenz, comentó a medios locales que, aunque en su ciudad valoran la seguridad en frontera, “una desaceleración en el comercio en nuestros puentes [fronterizos] es una desaceleración definitiva en nuestra economía”.
Lance Jungmeyer, presidente de la Asociación de Productos Frescos de las Américas, advirtió sobre una posible escasez de alimentos. Muchos de los camiones atorados en la frontera transportan productos perecederos, como aguacates, jitomate y otros alimentos. Aunque sus unidades cuentan con sistemas de refrigeración, corren el riesgo de que la larga espera eche a perder la carga.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) señaló que las inspecciones están causando “grandes pérdidas” al sector.
“Los retrasos ocasionados por el refuerzo en las inspecciones de seguridad impuestas por el Gobernador de Texas Greg Abbott en los puertos fronterizos están ocasionando grandes pérdidas para el sector Agroalimentario. Reiteramos como CNA colaborar con el gobierno federal”, declaró el grupo empresarial desde su cuenta oficial de Twitter.
Abbott se reunió el lunes con la Coalición de Alguaciles Fronterizos de Texas. Durante el encuentro, avisó sobre una ola “cataclísmica” de 3 millones de migrantes que se acerca a la frontera.
Cancillería se suma al reclamo
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se sumó al coro de voces que condena la política de inspecciones más estrictas para camiones de carga que entran a Texas desde México.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores rechaza esta medida estatal que perjudica de manera importante el flujo comercial entre nuestros dos países. Como consecuencia inevitable de esta disposición, los comerciantes de México y Estados Unidos están perdiendo competitividad e ingresos considerables”, declaró la dependencia el martes en un comunicado.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, implementó desde la semana pasada un plan de inspecciones más estricto para unidades de carga que trasladan mercancía de México a su estado.
Según el mandatario, la nueva política busca frenar el tráfico ilegal de personas y de bienes, esto previo a la llegada de lo que caracterizó como una ola “cataclísmica” de migrantes indocumentados.
El resultado han sido filas kilométricas de tráileres en los principales cruces fronterizos para mercancías de México a Texas: Zaragoza-Ysleta, Córdova-De las Américas, Colombia-Laredo y Reynosa-Pharr.
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) reporta que el flujo de carga en la frontera ha disminuido cerca de 70 por ciento debido a las inspecciones aparentemente interminables. Las autoridades texanas llegan a dedicar varias horas a la inspección de un solo camión, lo cual se traduce en más de 20 horas en fila para el resto.
SRE informó que se están utilizando puertos aledaños con horarios de atención extendidos para mejorar los flujos.
También aseguró que las autoridades federales están en contacto con la embajada de EU en México, al igual que con los departamentos de Estado y Seguridad Interior y con la oficina del gobernador Abbott “para restablecer plenamente el comercio e identificar alternativas que garanticen la seguridad en nuestra frontera compartida sin perjudicar al comercio binacional”.
La presión de SRE se suma a la de la Secretaría de Economía -que envió una carta a Texas el lunes- y a la de grupos empresariales tanto en México como en EU que están sintiendo un golpe millonario por retrasos en la entrega de mercancías. En el caso del sector agropecuario, ven riesgo de que sus cargas de perecederos se echen a perder por los largos tiempos de revisión.
Cerca del 70 por ciento de los camiones de carga que entran a EU desde México pasan por Texas. El estado es, de entre las entidades estadounidenses, el principal socio comercial de México, con un flujo comercial entre ambos de 442 mil millones de dólares.