El Banco de México (Banxico) no entregará, por segundo año consecutivo, remanentes al Gobierno federal por el ejercicio del 2021.
De acuerdo con el Banxico, los estados financieros dictaminados en 2021 presentan una pérdida de 743 millones de pesos, la cual será amortizada contra cuentas de capital.
El año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador le reclamó al banco central no recibir los remanentes de la institución, incluso, acusó que hubo una “intención” detrás de la decisión.
Los remanentes del Banxico son las utilidades generadas por el manejo de las reservas internacionales del país; estos pueden tener un balance positivo dependiendo del tipo de cambio.
Si el precio se deprecia en comparación con el año previo, los remanentes pueden subir considerablemente, pero si no existe una diferencia importante entre cómo abrió y cerró un año, entonces el remanente puede incluso ser nulo.
Al no tener un propósito con fines de lucro (Artículo 55 de la Ley del Banxico), el banco central está obligado a entregar al Gobierno federal, específicamente a la Secretaría de Hacienda, el importe de su remanente de operación, si es que lo hay.
Hacienda desecha recortes al gasto
Los ingresos públicos durante el primer trimestre del año vienen en línea con lo programado y autorizado por el Congreso, “lo que implica que no habrá recortes de gastos y tampoco desviaciones sobre la senda de recaudación que se está teniendo en el primer trimestre de este año”, afirma el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.
Al presentar los Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al primer trimestre de 2022, el funcionario detalla que los ingresos presupuestales mantienen el anclaje de la base nominal sobre la cual se elaboró el presupuesto.
El reporte de Hacienda destaca que los ingresos presupuestarios del sector público ascendieron a 1 billón 715 mil 738.5 millones de pesos, cifra superior en 2.2 por ciento real anual respecto al primer trimestre de 2021.
“Este crecimiento se explica por mayores ingresos petroleros, derivado de incrementos en el precio internacional del crudo y de mayores aportaciones de capital, así como por la solidez de la recaudación tributaria”, subraya el subsecretario.