El plan contra la inflación propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene puntos buenos y malos, así lo consideró Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
Serrano indicó que, en una valoración preliminar, se tienen puntos positivos a destacar, como el hecho de tomar medidas por el lado de la oferta y no de la demanda.
“Vemos positivo que no hay medidas por el lado de la demanda y que no se estén planteando, por ejemplo, restricciones fiscales, que algunos otros países han mencionado”, dijo en conferencia de prensa.
Agregó que son destacables las medidas de oferta planteadas, como el intento de aumentar la oferta de algunos bienes.
“Esto se está intentando a través de la mejora de la logística de distribución, eliminando regulaciones que no hacen mucho sentido. Una medida que creo muy positiva es bajar los aranceles de muchos bienes que han subido mucho”, añadió.
Destacó la labor que ha hecho el Gobierno federal para mantener el precio de las gasolinas a través de subsidios, sin embargo, se necesita evaluar si es conveniente.
“Subsidiar a las gasolinas es una medida profundamente regresiva; eliminar el IEPS es muy regresivo”, indicó, pues comentó que la medida está beneficiando al decil más rico de la población.
“Nos tenemos que preguntar si es adecuada una política permanente donde subsidiemos la gasolina a quienes llevan una Suburban y dos camionetas atrás siguiéndola”, añadió.
En el extremo contario, Serrano comentó que ven con escepticismo el hecho de imponer precios techo a productos básicos.
“Esto suele ser muy complicado de lograr, entre otras cosas porque son mercados globales, entonces es muy difícil pensar que el precio del trigo sube en todo el mundo y aquí lo podemos contener. Lo que va a acabar ocurriendo es que, si aquí es más bajo entonces se va a exportar más, porque si te pagan más afuera lo vas a vender afuera”, comentó.