El peso mexicano ha atravesado un período de notable estabilidad y fortaleza, lo que lo ha posicionado entre las monedas de mercados emergentes más resistentes y de recuperación más rápida a finales de abril, ya que tal fuerza y estabilidad ha sido en gran parte impulsadas por políticas fiscales, políticas monetarias más restrictivas y cuentas externas restrictivas, por ello, se ha considerado para servir como divisa base para posiciones cortas de divisas, según analistas de Bank of America (BofA).
Según su reporte “México en Foco: Peso fuerte llegó para quedarse”, los analistas de BofA señalaron que el peso mexicano ha sido la moneda de mercados emergentes con mejor desempeño desde el comienzo de la pandemia, pese a que el crecimiento de México ha sido débil y la incertidumbre política sigue siendo alta.
Del primero de abril del 2020 al 20 de mayo de 2022, el peso mexicano se ha apreciado 22.03 por ciento, le sigue rand sudafricano, 15.07 por ciento; la rupia indonesia, con 12.27 por ciento; la corona checa, con 7.59 por ciento y el real brasileño con 7.58 por ciento.
“Tres factores económicos explican el rendimiento superior, en nuestra opinión: Un pequeño déficit de cuenta corriente (0.4 por ciento del PIB); Un superávit en el balance primario (0.3 por ciento del PIB); y una tasa de interés real alta (diferencial de 400 puntos base en términos reales con la Fed contra un promedio de 270 puntos base desde el 2001)”, señalaron.
Agregaron que esperan que los tres factores anteriores continúen apoyando al peso como la actual administración, ya que tiene una fuerte preferencia por un peso estable y relativamente fuerte.
“AMLO no es y probablemente no será favorable a la inversión privada, lo que mantendrá el déficit en cuenta corriente relativamente bajo. AMLO ha mostrado una fuerte preferencia por un balance fiscal primario muy estrecho y lo hacemos. No veo que esa postura cambie. La excepción sería si su índice de aprobación cae significativamente, pero hasta ahora su aprobación es alta y marginalmente creciente”, añadieron.
Estimaron que debería depreciarse gradualmente hasta llegar a 21 pesos a finales de año y 22 pesos a finales de 2023. Además, el peso no es realmente atractivo en términos de valuación, dado que su modelo Compass BEER sugiere que la divisa mexicana en realidad está sobrevaluada por aproximadamente un 6.7 por ciento en relación con nuestro valor razonable a medio plazo de 21.2 pesos. Esto hace que el peso sea la única moneda en los mercados emergentes que actualmente está sobrevaluada, además de Argentina.