La agenda energética y cambio climático deberán ser una de las principales prioridades que aborde el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Washington el próximo 12 de julio.
Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), es necesario que se reconozca la crisis climática y se propongan acciones ambiciosas hacia la transición energética, así como una ruta crítica para acelerar el tránsito hacia una América del Norte más productiva, sostenible y con una menor huella de carbono.
“Debe formar parte de la agenda bilateral de forma urgente y prioritaria”, indicó el think tank.
El IMCO explicó que hay muchas acciones que ha impulsado el Gobierno de México que son insuficientes o que incluso pueden llegar a ser contraproducentes con el medio ambiente y la competitividad del sector energético en la región.
“Las acciones promovidas por el Gobierno mexicano no solo son insuficientes para transitar hacia una economía descarbonizada, sino que van en sentido contrario. El país debe apostar por el despliegue acelerado de tecnologías con baja huella de carbono y aprovechar su ubicación geográfica en América del Norte para catalizar la transición energética a partir de una mayor integración de los mercados energéticos regionales, y así detonar un desarrollo sostenible”, indicó.
Hay varias medidas que para el think tank son insuficientes, como lo es la modernización y repotenciación de centrales hidroeléctrica que buscan añadir 2 mil 86 gigawatts-hora (GWh) anuales a la capacidad instalada del país.
“Para 2030, México necesita 54 GW de capacidad instalada renovable, pero al país le faltan 19 GW y la repotenciación anunciada se queda lejos de este objetivo”, dijo.
En el mismo tenor se encuentra la propuesta de construir un parque solar fotovoltaico con una capacidad de generación de 1 GW en Puerto Peñasco, Sonora; ya que el proyecto es insuficiente para lo que se necesita.
Cabe recordar que la Secretaría de Energía, a través del Prodesen 2022-2036, estimó que la meta de alcanzar el 35 por ciento de la generación de energía eléctrica sea renovable no se alcanzará en 2025, sino hasta el 2031, es decir, siete años después del compromiso que firmó México en el Acuerdo de París.
Hay otros esfuerzos que, si bien ayudan, son insuficientes, como la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables o invertir 2 mil millones de dólares para reducir hasta en 98 por ciento las emisiones fugitivas de gas metano.
También hay otros planes gubernamentales que, para concretarse, es necesario que los órganos reguladores otorguen más permisos, como sería el caso de desarrollar parques solares fotovoltaicos en la frontera de México con Estados Unidos, así como la construcción de redes de transmisión que permitan exportar energía eléctrica.