Este miércoles la Reserva Federal de Estados Unidos subió, por segunda ocasión al hilo, la tasa de interés en 75 puntos base, una situación inédita en medio de una ‘pesadilla’ inflacionaria que afecta a EU y al mundo.
Con ello el referencial se ubica actualmente en un rango de entre 2.25 y 2.5 por ciento. El organismo detalló que elevó la tasa para tratar de mitigar las presiones inflacionarias vistas recientemente.
Quizá te estés preguntando, ¿si esto ocurre en Estados Unidos, por qué habría de afectar a México?
Los aumentos de tasas en el país vecino del norte implican que los instrumentos de ahorro en dólares, tales como los bonos del tesoro, aumenten su ‘premio’, lo que quiere decir que se volverían más atractivos por los rendimientos que generan.
Esto implicaría que los inversionistas reconfiguren sus portafolios moviéndose hacia la deuda estadounidense, en lugar de la deuda mexicana.
Mayores tasas en Estados Unidos también podrían presionar al peso mexicano, contrario al dólar estadounidense, que se mantendría más atractivo para el mercado.
Así es como México se puede ‘defender’
Para evitar esto, el Banco de México tendría que elevar también la tasa de interés de referencia, para conservar un atractivo diferencial con la Fed, además de mitigar las presiones de precios que también se viven en nuestro país.
Ahora bien, si Banxico hace lo propio y también eleva la tasa, los instrumentos de deuda mantienen su atractivo ante los inversionistas extranjeros, evitando más salidas de capital.
Sin embargo, tasas más altas afectarían al consumo en México, pues las instituciones bancarias cobrarán más por los préstamos que otorguen.
Si tú deseas contratar un crédito con alguna institución financiera, te va a ‘costar’ más fondearte si las tasas son altas, y esto se refleja principalmente en las tarjetas de crédito, en los préstamos hipotecarios y para bienes duraderos, como los automóviles.