A los dueños de Telmex no les gustan los sindicatos y por ello la empresa está más concentrada en resolver problemas que son casi insignificantes desde el punto de vista financiero y dejó de atender los del pasivo laboral, criticó Francisco Hernández Juárez.
El secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) desde 1976, explicó que “los dueños de Telmex tienen como 500 empresas y no hay muchos sindicatos trabajando con ellos, a casi todos los tienen bajo control, casi todos son contratos de protección, se practica el outsourcing abiertamente, tienen un despacho de abogados dedicados a su relación con los trabajadores, no con sindicatos ni secretarios generales”.
Denunció que el dueño de Telmex, el magnate Carlos Slim, no va por las jubilaciones y que quiere apropiarse del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y del propio sindicato.
Expuso que la empresa quiere dejar sin pensiones a los nuevos trabajadores y mandarlos a las Afore y este asunto, junto con las mil 942 vacantes que no se han cubierto, son el tema de fondo que están defendiendo del CCT.
Indicó que la empresa les hizo saber que para hacer frente al pasivo laboral y sostener la jubilación necesitaba tener una bolsa de respaldo de alrededor de 240 mil millones de pesos cuando solo tenía 140 mil millones de pesos.
“Nosotros siempre hemos sido ‘una piedra en el zapato’, y ellos calcularon fríamente este trayecto para que llegara un momento que nos pusiera en esta condición. Emplazamos a huelga por violaciones al Contrato Colectivo, porque además están sacando materia de trabajo, no entregaron las vacantes; prorrogamos como 15 veces los emplazamientos, porque ante la huelga siempre consultamos y los compañeros preferían intentar formas de buscar un arreglo hasta que llegó este momento en el que veíamos que la empresa no movía un ápice su propuesta”, comentó.
Explicó que la parte que más les preocupaba frente a un conflicto de esta naturaleza es que se los quisieran prolongar.
“Se ha convertido como en un estilo, lo de Notimex es el ejemplo más claro, de que prefieren dejar ‘pudrir’ los conflictos, desgastar a los trabajadores, a los sindicatos y la verdad veíamos que los dueños, la empresa, estaba preparándose más para enfrentarnos en la huelga que buscar una solución al problema que estábamos enfrentando”, advirtió.