Las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos no han sido factor para que el flujo de comercio bilateral pierda dinamismo, pues durante la primera mitad del año la suma de exportaciones e importaciones alcanzó un nuevo máximo histórico de 384 mil 669 millones de dólares, de acuerdo con las estadísticas publicadas por el Censo de Estados Unidos.
Respecto a la primera mitad de 2021, donde se registró un monto de 320 mil 300 millones de dólares, el comercio bilateral fue 20 por ciento más que en ese periodo, sin embargo, hace un año México se posicionó como el primer socio comercial de Estados Unidos, superando a Canadá y China.
Las cifras dan cuenta que de enero a junio de 2022, Estados Unidos exportó a México 160 mil 612 millones de dólares en mercancías, 20 por ciento más que en la primera mitad de 2021. En tanto, las importaciones provenientes de México sumaron 224 mil millones de dólares, un crecimiento igual de 20 por ciento respecto al primer semestre de 2021. Las cifras acumuladas a junio de este año, sumando exportaciones e importaciones, dieron como resultado una balanza comercial deficitaria con México de 63 mil 444 millones de dólares.
Solo en el mes de junio el Censo reportó exportaciones hacia México por un valor de 28 mil 500 millones de dólares (18 por ciento más que en junio 2021), e importaciones desde México por 39 mil 400 millones de dólares (19 por ciento más que junio 2021). Con estas cifras, México tuvo una participación de 14.5 por ciento en el comercio global de Estados Unidos en el sexto mes del año
Refleja mayor integración
La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, destacó las cifras en su cuenta de Twitter señalando que estas son muestra del dinamismo de la integración comercial con Estados Unidos.
“Hoy, de acuerdo con el U.S. Census, #México se mantuvo como el 2o socio comercial de EE.UU. en el 1er semestre de 2022, con un intercambio de más de 384,000 millones de dólares. Una muestra del dinamismo de nuestra integración comercial”, escribió Clouthier.
En esta misma línea, Miguel Gonzalez Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, señaló que las cifras de comercio exterior son una muestra de cómo se ha ido integrando la relación de México con Estados Unidos a pesar de las disputas.
“Es una realidad la integración económica del país con Estados Unidos, ya que lo que sucede en el mercado norteamericano tiene consecuencias en la producción y el crecimiento en general de nuestro país”, explicó.
En opinión del académico, el efecto de arrastre o freno que ocasionaba Estados Unidos sobre México tenía un retraso de seis a 12 meses para que se sintiera en la economía mexicana, pero ahora con esa mayor integración económica con América del Norte ese retraso ya casi no existe.
“Anteriormente ese retraso (entre ambas economías) era de seis meses a un año. Actualmente se ha acortado el tiempo y se refleja en menos de seis meses”, indicó el economista, y destacó que el efecto del nearshoring, por el que empresas de origen asiático se están asentando en la frontera mexicana con Estados Unidos, puede acelerar más la integración, sobre todo si no hay decisiones políticas que lo obstaculicen.
El riesgo de las consultas
Por su parte, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, apuntó que si bien las exportaciones siguen creciendo, sobre todo en la manufactura, las consultas para la solución de controversias que solicitó Estados Unidos a finales de julio son un riesgo para el comercio.
“Ahí es donde está el riesgo de imposición de aranceles si Estados Unidos llegara a imponer sanciones a México. El 40 por ciento del PIB de México son exportaciones, de las cuales 94 por ciento son no petroleras y el 80 por ciento van hacia el vecino del Norte, lo que implica que el 30 por ciento del PIB de México depende directamente de Estados Unidos”, advirtió.