Economía

¿Cuándo le ‘pegará' a México la recesión en EU? Este es el pronóstico de Fitch

Una menor demanda externa de la economía más grande del mundo inevitablemente afectará a su vecino del sur, señaló la firma.

La economía de México se la ha pasado 'sorprendiendo' a los mercados en los últimos dos trimestres. (Cesar Rodriguez/Bloomberg)

Fitch Ratings pronostica una recesión leve para la economía de Estados Unidos a partir del segundo trimestre de 2023, lo que impactará con mayor fuerza a México y, en general, a las economías de América Latina y el Caribe.

La agencia advirtió que la menor demanda externa de la economía más grande del mundo afectará a su vecino del sur que depende en extremo de las exportaciones.

Precisa que México destina el equivalente a 30.8 por ciento de su PIB a las exportaciones a Estados Unidos, siendo el país que más dependencia tiene en ese sentido. En contraste, México únicamente envía 7.4 por ciento de su PIB de exportaciones al resto del mundo.

Los principales canales de transmisión hacia América Latina y el Caribe son el comercio, las remesas, el turismo y los precios de las materias primas. Dentro de estas regiones, las diferentes características económicas de los países hacen que el impacto pueda variar considerablemente.


Fitch baja pronósticos para EU

La agencia hizo fuertes recortes en sus proyecciones de crecimiento para la economía de EU en 2022 y 2023 debido a la debilidad de los datos recibidos; un endurecimiento de la Reserva Federal mucho más agresivo de lo previsto, y la recesión económica en Europa.

“Ahora proyectamos un crecimiento del PIB de 1.7 por ciento en 2022, frente al 2.9 calculado en junio. También esperamos un crecimiento de 0.5 por ciento en 2023, frente a 1.5 por ciento previsto en junio”, subrayó.

Fitch añadió que las economías sudamericanas tienen vínculos comerciales limitados con EU, pero se ven afectadas indirectamente a través del impacto en el comercio mundial y los precios de las materias primas.

Además, el debilitamiento de los ingresos y el empleo de los hogares estadounidenses podría poner en peligro la capacidad de los migrantes para enviar remesas a casa y desalentar el turismo. Las remesas representan más de 20 por ciento del PIB de algunos países centroamericanos.

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