México y Canadá serán los más golpeados en la demanda de bienes por la ralentización de la economía de Estados Unidos aunado al contexto del necesario endurecimiento de las condiciones financieras con el consecuente impacto interno en el empleo y crecimiento económico, dijo Nigel Chalk, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“A medida que se ralentiza Estados Unidos, el desplazamiento del consumo de bienes, de servicios, va a ser menor, de hecho, se está contrayendo ahora y eso va a ser contraproducente a medida que la economía se ralentice y compren menos productos a la región; todo nuestro análisis muestra que México y Canadá son los mayores perdedores de ese proceso, pero el resto de la región también van a sufrir de esa desaceleración”, dijo al presentar las Perspectivas Económicas para América Latina.
“La región va a tener un 2023 más desafiante, el crecimiento va a ralentizarse y las cosas podrían empeorar más de lo que están ahora”, alertó en conferencia de prensa transmitida desde el Banco Central de Chile.
La inflación en la región es más pronunciada, adherida y persistente, esto provee mayores riesgos porque los bancos centrales tendrán que moverse con más fuerza para re anclar el sistema y que la inflación vuelva a sus metas inflacionarias y esto tendría un costo para la economía en términos de un desempleo más alto, crecimiento más lento y mayor restricción.
Otro riesgo ya global, es el impacto por los pronunciados ajustes alcistas de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. Según el especialista, por ahora lo que el mercado ha descontado en términos del aumento de las tasas es lo apropiado y podría controlar la inflación en Estados Unidos, sin embargo, se trata de una situación sin precedentes y no se sabe qué tan persistente sea.
“Lo que sabemos es que, si va a haber una inflación más pegajosa, la Fed va a moverse más, el dólar va a apreciarse más y eso va a ser doloroso para la región”, dijo.
El mercado ha descontado para la reunión de la Fed de hoy 2 de noviembre, un alza de más de 75 puntos base hasta 3.75 - 4 por ciento y un nivel de llegada en torno a 4.5 por ciento a mediados de 2023.
“Las condiciones ya se han endurecido muchísimo y hemos visto que va a continuar particularmente si la inflación se hace sistémica y se mantiene resistente”, señaló.
Para las economías latinoamericanas restaurar la estabilidad de precios debe ser una prioridad, la política monetaria debe mantener el rumbo y no relajar las tasas prematuramente, en coordinación las políticas monetaria y fiscal deben ayudar.
“Esto va a tener un impacto en el corto plazo, pero es fundamental para suavizar el impacto sobre el nivel de vida y sabemos que los pobres van a ser los más perjudicados por la inflación. Hay que crear condiciones de crecimiento sustentable de cara al futuro, sabemos cuál es el costo de restaurar los precios cuando la inflación está entrampada y elevada”, precisó.
Muchos de los desafíos que afronta la región son a nivel microeconómico en términos de mejorar el empleo, aumentar el crecimiento de la productividad y el crecimiento general y eso dependerá de reformas laborales o tributarias, así como de políticas de competitividad para recuperar las pérdidas en materia educativa, mejorar el capital humano y la infraestructura en la región.
“Todas estas cosas van a impulsar la demanda y la economía para generar más empleo y también hay un tema importante en la participación laboral de las mujeres, encontrar cómo apoyarlas a través de la reforma tributaria, mejorar los costos del cuidado de la infancia, esto mejorará los estándares de vida”, puntualizó