El Fondo Monetario Internacional (FMI) identifica un nuevo riesgo para la economía global, uno que se está gestando de manera sigilosa y que aparentemente no tiene efectos visibles por ahora: la fragmentación geoeconómica, alertó este viernes Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del organismo.
“Ahora no parece verse que el comercio colapse, pero ciertamente estamos yendo hacia redibujar el mapa del comercio global en términos de quién comercia con quién y las implicaciones de esto para la productividad, para la eficiencia, para el empleo y cualquier otra variable que debemos cuidar”, señaló durante sus comentarios de apertura de la conferencia anual “23rd Jacques Polak Annual Research Conference”, en Washington.
El riesgo de fragmentación económica es un riesgo que avanza en los últimos años según expuso, aparentemente no hay cambio en datos que refieran el comercio como porcentaje del PIB.
“Parece que nada está ocurriendo, parece todo estable, pero si observas hacia los rumores en el espacio de las políticas y escuchas entre lo disperso en el espacio político, creo que la pandemia y especialmente la guerra, han aumentado significativamente el riesgo de fragmentación económica”, apuntó.
Mejorar la cooperación y la resolución constructiva de las disputas son un reto clave en las prioridades hacia adelante, señaló una vez que el tema central de la conferencia de este año es ¿Cómo moverse hacia adelante? Una vez que la economía global ha sufrido el impacto de un choque tras otro.
“Estamos viendo crecientes tensiones sobre el comercio, la inversión en tecnología, tensiones transferidas a la Seguridad Nacional, preocupaciones han estado creciendo durante muchos años socavando crecimiento y confianza en el actual sistema de la economía global. Desde que la guerra en Ucrania empezó, nuestros monitoreos indican que cerca de 30 países han restringido el comercio en alimentos, energía y otras materias primas prioritarias”, expuso Gopinath.
El fortalecimiento del dólar que se está en su nivel más alto en 20 años y debido a la dominancia del dólar en el comercio y las finanzas, tiene importantes implicaciones micro y macroeconómicas para los países, se suma a la preocupación sobre la fragilidad financiera que pudiera dejarse sentir a través del alto endeudamiento de instituciones no bancarias.
“Así que los hacedores de políticas necesitan mantener un ojo vigilante sobre potenciales vulnerabilidades y asegurar que las tuberías del sistema financiero están preparadas para cuando el estrés aumente y si las provisiones de liquidez son necesarias”, apuntó.
En un mensaje grabado, Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, destacó la importancia de lograr el equilibrio entre la política monetaria con calibrar una política fiscal responsable que apoye a los más vulnerables en medio de la elevada inflación y altos costos de alimentos y energéticos.
Señaló la deuda pública como otro reto una vez que cerca del 60 por ciento de los países de bajos ingresos y 25 por ciento de las economías de mercados emergentes están en o tienen alto riesgo de caer en necesidades de auxilio.
“El más abrumador reto es asegurarse de ver las semillas para un futuro verde y más resiliente, nuestros análisis sugieren que podemos esperar más eventos de volatilidad climática especialmente dañando a los países de más bajos ingresos. Si permitimos que las emisiones de carbono sigan creciendo habrá grandes daños, pero en particular para la seguridad alimentaria a través de la producción agrícola”, puntualizó.
Este año, la conferencia magistral de esta reunión de dos días, estará a cargo de Maurice Obstfeld, hoy profesor de economía de la Universidad de California en Berkeley y ex economista jefe del FMI con destacado reconocimiento por sus investigaciones sobre la economía internacional.