El eventual aumento al salario mínimo, que podría rondar en 20 por ciento, es un tema que podría presionar a la inflación a inicios del próximo año. Por ello, esta alza debe hacerse de forma eficiente con más productividad de las empresas, señaló José Luis Ortega, director de los equipos de deuda y multiactivos para BlackRock México.
En conferencia, el directivo explicó que por sí solo el aumento del próximo año no es lo que podría afectar a la inflación, sino los incrementos acumulados que se han dado especialmente en la actual administración que reflejan un alza de más de 60 por ciento en términos reales.
“Sí puede generar cierta presión. Tenemos esa cautela de que sí vemos que enero puede ser difícil por la parte inflacionaria y que no nos deja tranquilos en este momento, pero (después) la tendencia debería ser a la baja, no para llegar al objetivo del Banco de México, pero por lo menos para estar en el camino correcto”, dijo.
En medio de las discusiones por el aumento al salario mínimo del 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que le gustaría que el aumento fuera de 20 por ciento, nivel en el que coincidió el sector empresarial, aunque todavía no hay una cifra oficial.
José Luis Ortega anotó que las empresas van a tomar de base la inflación de este año que está en niveles promedio de ocho por ciento. Así, manifestó que si bien es positivo que se combata el rezago salarial, lo ideal sería acompañar el incremento al salario mínimo con mayor productividad para contrarrestar el efecto.
“Simplemente creemos que se tiene que dar acompañada de productividad, eso es importante y no nada más incrementar el salario nominal sino con productividad para que genere eficiencias en la economía en general”, concluyó.