El Banxico de México (Banxico) elevó la tasa de interés de referencia a 10.5 por ciento, un nivel histórico, y consideró que todavía será necesario incrementar la tasa de referencia en la próxima reunión.
Tras el anuncio, los analistas prevén que el fin del ciclo alcista está cerca y estiman que la tasa podría alcanzar un nivel entre 10.75 y 11.5 por ciento.
Banxico elevó la tasa de interés en 50 puntos base, con un voto disidente del subgobernador Gerardo Esquivel, que se inclinó a favor de un aumento ajuste de 25 puntos base.
La autoridad monetaria indicó que hacia delante valorará la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de referencia y la magnitud de los mismos de acuerdo con las circunstancias prevalecientes.
El siguiente anuncio del banco central está programado para febrero, y los analistas prevén que el incremento en la tasa será de entre 25 y 50 puntos base.
Fin de ajustes se acerca
“El banco central por primera vez en muchos meses y de manera estratégica, nos hace ver que puede estar a solo una reunión más de hacer un alto en su ciclo de alzas en la tasa de referencia”, destacó Joel Virgen, director de estrategia para Latam de TD Securities.
“Cuando empezó este ciclo de alzas, tanto Banxico como el resto de bancos centrales, se han mostrado renuentes a enviar mensajes o hacer un manejo de expectativas respecto a las futuras acciones de política monetaria, y en esta ocasión básicamente nos dejó entrever que si no pasa otra cosa hacia la siguiente reunión, se irá un poco a la ‘trinchera’ y se mantendrá en ese nivel de tasa”, agregó.
Carlos Morales, director de soberanos en Fitch Ratings, anticipó que Banxico se acerca al final de su ciclo de ajuste de políticas en ausencia de un resurgimiento de las presiones inflacionarias que puedan desanclar las expectativas de inflación.
“Proyectamos que la tasa de política alcanzará un máximo de 11 por ciento en 2023 y una relajación gradual a partir de 2024″, agregó.
Mario Correa, economista independiente, estimó que la tasa llegará al 11 por ciento, y dijo a El Financiero Bloomberg, que “estamos en niveles suficientemente restrictivos para detener los niveles inflacionarios, y me da la impresión de que hasta que no se vea que la inflación descienda de forma importante y se mantenga en niveles bajos, las tasas de interés se mantendrán elevadas”.
Banco Base estima que la tasa de interés subirá hasta 11.5 por ciento, y analistas de BBVA prevén un último incremento de 25 puntos base en la tasa en febrero, a 10.75 por ciento, y posteriormente Banxico haría una pausa y se desvincularía de la Fed en marzo.
Andrés Abadía, economista para América Latina de Pantheon Macroeconomics, consideró que en general, la decisión y el tono menos agresivo del comunicado son consistentes con las señales de algunos miembros con respecto al nivel apropiado de la tarifa terminal.
“Esperamos un aumento final, e innecesario, de 25 puntos base en febrero hasta el 10.75 por ciento. Para entonces, debería quedar claro en los datos del PIB y del índice de precios subyacente que Banxico ha hecho lo suficiente para que la tasa de inflación general vuelva a la meta en 2024″, dijo.
“Creemos que el ciclo terminará en febrero con un aumento de 25 puntos base hasta el 10.75 por ciento. Las tarifas permanecerán entonces en suspenso durante algunas reuniones al menos. Pero a medida que la inflación retrocede y la economía tiene dificultades, esperamos que Banxico adopte recortes en las tasas de interés en la segunda mitad de 2023″, de acuerdo con Oxford Economics.
Riesgos para la inflación
El banco central prevé que la inflación converja a la meta de 3 por ciento en el tercer trimestre de 2024. Revisó a la baja el pronóstico de inflación para el cuarto trimestre de este año, de 8.3 a 8.1 por ciento, y para el primer trimestre de 2023, de 7.6 a 7.5 por ciento, pero revisó al alza las previsiones del segundo al cuarto trimestre.
Para la inflación subyacente elevó los pronósticos, desde el cuarto trimestre de este año, de 8.3 a 8.5 por ciento, y para los siguientes trimestres, hasta el primer cuarto de 2024.
Dichas previsiones están sujetas al alza por diversos riesgos, como la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico y depreciación cambiaria, entre otros.