La Secretaría de Economía informó este miércoles que México y Canadá le ganaron una ‘batalla’ a Estados Unidos respecto a la lectura de las reglas de origen en el sector automotriz.
La disputa comercial inició el 20 de agosto de 2021, cuando la Secretaría de Economía liderada por la exsecretaria, Tatiana Clouthier, notificó a la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, que iniciarían la celebración de una fase de consultas con el Gobierno de Estados Unidos.
La solicitud se realizó debido a una diferencia de opiniones respecto a la aplicación e interpretación del artículo 3 (valor del contenido regional para vehículos de pasajeros, camiones ligeros y sus partes) del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Economía argumentó que había decidido iniciar las consultas con la finalidad de evitar o resolver una posible controversia sobre la manera en la que el gobierno estadounidense, por su interpretación, estaba imponiendo ciertos requisitos a los productores de vehículos automotores que son incompatibles con el T-MEC y las reglamentaciones uniformes.
Debido a que durante la fase de consultas no se logró un consenso, el 6 de enero de 2022, el Gobierno de México solicitó el establecimiento de un panel de solución de controversias.
¿Qué reclamó México a EU en las reglas de origen automotriz?
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el origen del problema se debió a que el T-MEC establece reglas de origen más estrictas para el sector automotriz que las contempladas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Bajo estas nuevas reglas, el requerimiento de Valor de Contenido Regional (VCR), que representa el valor del producto que fue producido o es originario de la región de América del Norte, se elevó para autos y camiones ligeros, así como para los camiones pesados.
Para los automóviles y camiones ligeros, el porcentaje de su valor que debe ser originario de la región pasó de 62.5 por ciento en el TLCAN a 75 por ciento bajo el T-MEC.
Además, se agregaron requerimientos sobre el Valor de Contenido Laboral (VCL), que implican un valor mínimo de producción con un salario mayor a 16 dólares por hora, y sobre el uso de acero y aluminio regional, al menos 70 por ciento del material usado en un producto automotriz debe ser de origen norteamericano.
“Como parte de estas nuevas reglas, un requisito para que los vehículos y camiones ligeros puedan acceder a un trato libre de aranceles es que, además del 75 por ciento de valor de contenido regional del producto final, las autopartes esenciales también deben ser consideradas originarias (es decir, deben por sí mismas cumplir con un mínimo de 75 por ciento de VCR). Las partes esenciales incluyen motores, transmisiones, carrocería y chasís, y sistemas de suspensión, entre otras”, explicó el think tank.
En este aspecto, México y Canadá coinciden en que, una vez que una autoparte esencial es considerada originaria (al cumplir con un mínimo de 75 por ciento de VCR), su valor regional al incorporarse a la suma total del VCR del automóvil debe ser de 100 por ciento, al ya haber cumplido con los requisitos para calificar como parte originaria.
En contraste, la interpretación de Estados Unidos es más estricta, ya que consideran que, aun cuando una autoparte esencial haya cumplido con las características necesarias para calificar como parte originaria, su valor regional al incorporarse al VCR total del vehículo no debe ser 100 por ciento, sino el porcentaje de valor regional que le permitió cumplir con los requisitos de parte originaria (el cual puede rondar entre 75 y 100 por ciento).
“La interpretación de Estados Unidos era más exigente e implica mayores costos para los productores automotrices de Norteamérica, ya que se ven obligados a reducir su dependencia en insumos no originarios de la región para cumplir con mayores proporciones de Valor de Contenido Regional”, explicó el IMCO.
Luego de año y medio, el panel de expertos falló a favor de México y Canadá, al publicar un informe final en el que establece cuales deberán de ser las interpretaciones de las reglas de origen en el sector automotriz.