La economía de México terminó el 2022 con un menor dinamismo. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cayó tanto en noviembre como en diciembre.
En noviembre, la economía se contrajo 0.13 por ciento, y en diciembre, 0.37 por ciento a tasa mensual con cifras desestacionalizadas, de acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE).
“Suponiendo que así sea y que no tengamos revisiones en meses o trimestres anteriores, el PIB del cuarto trimestre habrá crecido 0.4 por ciento, mostrando una desaceleración a lo largo del año”, indicó el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, en su cuenta de Twitter.
Añadió que en el primer trimestre la economía avanzó 1.2 por ciento, 1.1 por ciento en el segundo, 0.9 en el tercero, y si en el cuarto trimestre se registra un crecimiento de 0.4 por ciento, no se alcanzará un avance de 3.0 por ciento, sino que quedaría en 2.9 por ciento
“Queda claro que enfrentamos una desaceleración en la actividad económica”, afirmó Heath.
Analistas de Banorte indicaron que si bien el avance del cuarto trimestre, de 0.4 por ciento, resultó inferior al trimestre previo, es bastante favorable debido a diversos retos en el entorno económico.
Entre ellos, está un mayor pesimismo sobre la economía estadounidense, particularmente en la industria; la persistencia de presiones inflacionarias y la continuación del apretamiento monetario.
“Así, consideramos que el dinamismo en el cuarto trimestre tuvo como base a los fundamentales del consumo, permitiendo que el gasto de los hogares siguiera creciendo, al menos al inicio del trimestre. Además, la industria se benefició de nuevas inversiones y menores precios de los energéticos. Con esto, la actividad habría crecido 3.0 por ciento en todo 2022″, agregaron.
En términos anuales, la actividad se encamina a un crecimiento de 4.09 por ciento en noviembre, mientras que el dato de diciembre es menos fuerte, cuyo repunte sería de 2.65 por ciento, el más débil desde junio de 2022 cuando avanzó 2.22 por ciento.
El IOAE va de la mano con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y será el miércoles 25 de enero cuando el Inegi publique el resultado correspondiente a noviembre.
“Mientras que el IGAE y sus actividades económicas se dan a conocer aproximadamente ocho semanas después de terminado el mes de referencia, el IOAE presenta sus estimaciones apenas tres semanas después del cierre del mes”, explica el Instituto.
¿Cómo le fue a la economía por actividades?
Por sector de actividad, las terciarias se perfilan a una caída de 0.26 por ciento mensual en noviembre y una contracción de 0.61 por ciento en diciembre, que significaría el descenso más pronunciado desde agosto de 2021, cuando se contrajo 2.69 por ciento.
Además, ese dato se sumaría al descenso de octubre (de 0.09 por ciento), con lo que anotaría una racha de tres meses con descensos al hilo, algo que no sucedía desde abril-agosto de 2021.
Las actividades secundarias tendrían un descenso de 0.07 por ciento mensual en noviembre y una caída de 0.56 por ciento en diciembre, que sería la más pronunciada desde septiembre de 2021, cuando se contrajo 1.39 por ciento.
Para el cuarto trimestre las actividades secundarias tendrían un estancamiento, es decir un avance de 0.0 por ciento, y para todo 2022 tendrían una alza de 3.1 por ciento.
En tanto, las actividades terciarias perfilan en el cuarto trimestre un crecimiento de 0.4 por ciento y en todo el 2022 su expansión sería de 2.8 por ciento.
Seguirá debilitamiento
De acuerdo con un informe de Bank of America Global Research, el PIB de México mostrará contracciones en los cuatro trimestres de 2023 y en la relación con Estados Unidos, los principales canales de transmisión de un menor dinamismo probablemente se reflejen en las remesas y el comercio.
“A medida que se desacelera el mercado laboral en Estados Unidos, es probable que las remesas también lo hagan. En el comercio, los ciclos de manufactura están altamente correlacionados y las importaciones mexicanas de bienes intermedios ya están disminuyendo”, refirió el economista en jefe para México y Canadá de BofA Securities, Carlos Capistrán.
Para 2023 estima un avance del PIB de 0.7 por ciento, que implica una mejoría con respecto a la caída de 0.3 por ciento de la estimación previa.
La economista en jefe de Finamex, Montserrat Aldave, resaltó que en la parte interna se empiezan a apagar los motores como el consumo, que es el que más contribuye al PIB por el lado de la demanda, en el que se empieza a ver un fuerte enfriamiento.
“La inflación, aunque ya mejora en el margen, sigue haciendo efecto en el bolsillo. La actividad mundial y en Estados Unidos va a seguir desacelerando, hay números que empiezan a prender focos rojos”, indicó la especialista.
Agregó que ya había señales de la desaceleración para el cierre del año y que este comportamiento probablemente se mantenga por varios meses en este 2023.
“Podríamos llamarle un punto de inflexión; no vemos un repunte en este primer trimestre, más bien seguirá un comportamiento inercial y la desaceleración que trae la economía va a continuar”, agregó.
Andres Abadia, economista en jefe para América Latina, de Pantheon Macroeconomics, estimó que la economía va a crecer 1.2 por ciento en el presente año, con riesgos sesgados a la baja, particularmente debido a un pobre desempeño en el primer semestre.Supera covid
Pese a la caída de la economía en los dos últimos meses, el índice está 0.8% por arriba del nivel previo a la pandemia.