La Reserva Federal y otros grandes bancos centrales pueden desencadenar la próxima gran crisis en los mercados emergentes, en un escenario en el que las autoridades monetarias mundiales intenten frenar la inflación desenfrenada... pero fracasen en el intento, advirtió Moody’s Analytics.
“La génesis más probable de una crisis de los mercados emergentes no radica en un default soberano, sino más bien en un escenario de ‘sobrecalentamiento’ global en el que los grandes aumentos de tasas por parte de la Reserva Federal y otros grandes bancos centrales obliguen a los bancos centrales de mercados emergentes a responder de la misma manera”, según un informe de los economistas Jesse Rogers, Juan Pablo Fuentes y Luis Enrique Silva Yáñez.
Por supuesto, el riesgo de este peor de los escenarios ya ha disminuido, al menos por ahora. Los mercados emergentes pudieron evitar un dolor profundo durante el reciente ciclo de alzas de la Fed al emprender primero su propia senda de endurecimiento (como fue el caso de México).
Sin una ventaja inicial, las consecuencias para los mercados financieros serían más graves, según Moody’s Analytics.
“Creemos que un escenario adverso tiene pocas probabilidades, sobre todo con la Fed más cerca de su tasa terminal”, dijeron los economistas.
Pero si las presiones mundiales sobre los precios no ceden y la Fed aumenta las tasas de forma aún más agresiva, podría desencadenarse una venta masiva en los mercados de activos y divisas de mercados emergentes, escribieron.
América Latina, por su dependencia de las materias primas y la volatilidad de sus monedas, sufriría una contracción más aguda que otras economías emergentes, afirman los economistas.
Economistas afirman que la probabilidad de que la economía de Estados Unidos entre en recesión en 2023 es de siete sobre 10, recortando las proyecciones de demanda y las previsiones de inflación tras las masivas alzas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).