Los altos precios del petróleo observados durante el 2022 crearon una ‘encrucijada’ para las finanzas públicas del país, ya que aunque se pudo vender petróleo a un mayor costo, también se tuvieron que brindar estímulos al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) para que el precio de los combustibles no se disparara.
Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), esta política tuvo un alto costo de oportunidad en las finanzas públicas del país, además de generar distorsiones en el mercado de los combustibles.
“Es posible que, como argumenta el Gobierno Federal, los estímulos a los combustibles hayan mitigado los niveles de inflación. Sin embargo, es importante analizar el costo para la hacienda pública, que fue de 128 mil millones de pesos aún si se consideran los excedentes petroleros”, indicó el IMCO.
El déficit de 128 mil 138 millones de pesos se originó debido a que los estímulos al IEPS a gasolinas y diésel representaron un costo para el país por 397 mil 298 millones de pesos, mientras que los ingresos petroleros solo fueron de 269 mil 159 millones de pesos.
“Los 397 mil millones de pesos son equivalentes al presupuesto de la Secretaría de Educación en 2022, 1.3 veces el de la Secretaría del Bienestar, y el doble de lo que recibió la Secretaría de Salud”, ejemplificó el think tank.
En marzo de 2022, a pocas semanas de la invasión de Rusia a Ucrania y en un entorno de altos precios internacionales del crudo, el IMCO pronosticó tres escenarios, en los que estimó que la política de estímulos costaría 124.3 mil millones de pesos en un escenario bajo, 277.9 en un escenario medio o 452.6 en un escenario alto. La cifra final se ubicó entre los escenarios medio y alto.
“La renta petrolera debe concebirse como un vehículo para detonar crecimiento y desarrollo económico. La política de estímulos fue la respuesta a una coyuntura específica, sin embargo, no es la mejor alternativa de largo plazo ante las fluctuaciones en el precio del petróleo. Mantener esta política implicaría perpetuar distorsiones en un mercado que necesita competencia e infraestructura”, reflexionó el instituto.
A partir del 11 de marzo de 2022, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) decidió echar toda la ‘carne al asador’ al implementar 100 por ciento de estímulos fiscales para la gasolina regular, premium y diésel.
Esta posición se mantuvo hasta el 29 de julio de 2022. A partir de esta fecha, comenzaron a bajar gradualmente los estímulos para la gasolina de ‘la verde y la roja’, aunque el estímulo para el diésel se mantuvo al 100 por ciento hasta el 18 de noviembre de 2022.
El año 2022 cerró con un estímulo de 28.75 por ciento para la gasolina diésel y 77.56 por ciento para diésel, mientras que retiró cualquier ayuda para la gasolina premium.