En caso de que se instale un panel de solución de controversias de Estados Unidos y Canadá contra México bajo el T-MEC por la prohibición de maíz transgénico es altamente probable que nuestro país lo pierda, estimó José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Luego de que los socios comerciales solicitaron consultas bajo el tratado comercial referente a productos de biotecnología, en especial por el maíz transgénico, el líder patronal aseguró que no existe evidencia científica que sustente la decisión del Gobierno de México de limitar este tipo de importaciones.
“Consideramos que en caso de que haya un panel la probabilidad de perderlo como país es muy alta. No hay una sola evidencia científica que hable del daño ocasionado por el maíz transgénico. Se ha hablado de que está prohibido en Europa, lo cual no es cierto. Francia había comentado que iba a hacer una transición que no ha iniciado”, dijo en conferencia de prensa.
Desde la postura de México se ha declarado que el decreto que prohíbe la importación, distribución, promoción y uso del maíz genéticamente modificado y del herbicida glifosato en la alimentación humana es consistente con el T-MEC. Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que si no se resuelven las consultas se abriría el panel.
José Medina Mora explicó que perder la disputa implicaría que se puedan establecer aranceles a las exportaciones mexicanas para compensar el daño que tendrían los productores de maíz en Estados Unidos. Esto causaría un daño muy fuerte, porque esta actividad es el motor de la economía mexicana.
“En la medida que se resuelvan (los conflictos) en el diálogo es positivo. Siempre habrá diferencias en cualquier tratado, en la medida que se puedan resolver en la fase de diálogo será positivo para los tres países”, remarcó el empresario.
De hecho, recordó que en reuniones que han tenido con organismos empresariales en Estados Unidos les han comentado que tienen proyectos listos para invertir en México; sin embargo, los detiene la incertidumbre respecto a si el país cumplirá cabalmente con el T-MEC, ya que también hay disputas en el tema energético.
Otro freno más es la inseguridad. “Lo que nos han dicho es que en caso de invertir en el país lo harían en la zona fronteriza para solo lidiar con la última milla; sin embargo, la inseguridad en la frontera sabemos que no resuelve de fondo la situación”; y también tiene la duda de sí el país seguirá siendo democrático o perderá dicho estatus.