La tercera y última revisión a la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se mantuvo sin cambios respecto a la anterior, con lo que se confirmó un crecimiento de 2.1 por ciento en todo el 2022, de acuerdo con la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
El crecimiento de 2022 fue menor al 5.9 por ciento del 2021, que se dio como efecto rebote tras el 2020, un año en el que la actividad se vio frenada por la pandemia del COVID-19.
Para este año, el crecimiento de la economía estadounidense será de 1.4 por ciento y de 1.0 en 2024, según la expectativa más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“El crecimiento del PIB real reflejó principalmente aumentos en la inversión privada en inventario, el gasto del consumidor, la inversión fija no residencial, el gasto del gobierno federal y el gasto del gobierno estatal y local que fueron parcialmente compensados por disminuciones en la inversión fija residencial y las exportaciones”, señaló la BEA.
Entre octubre y diciembre, el aumento de la inversión privada en inventario estuvo liderado por la manufactura, minería, servicios públicos y la construcción.
Mientras que el crecimiento en el gasto del consumidor reflejó un aumento en los servicios, principalmente en salud, vivienda y servicios públicos.
Tan solo en el cuarto trimestre del año pasado, el PIB creció 2.6 por ciento a tasa trimestral anualizada, ligeramente menor al 2.7 por ciento de la segunda revisión.
“La revisión reflejó principalmente ajustes a la baja de las exportaciones y el gasto del consumidor. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, fueron revisadas a la baja”, indicó la Oficina.
Además, el avance de 2.6 por ciento a tasa trimestral anualizada del cuarto trimestre fue menor al 3.2 por ciento del periodo inmediato anterior.
“La desaceleración reflejó principalmente una caída en las exportaciones y desaceleraciones en el gasto del consumidor, la inversión fija no residencial y el gasto del gobierno estatal y local”, indicó la Oficina.