La quema de gas a nivel mundial ascendió a 139 mil millones de metros cúbicos durante 2022, lo que representó su nivel más bajo desde 2010, según datos satelitales recopilados por la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR) del Banco Mundial.
La reducción de 5 mil millones de metros cúbicos respecto a 2021 equivale a sacar de circulación a 3 millones de automóviles.
La mayor parte de la disminución de la quema mundial de gas durante el año anterior correspondió a tres países: Nigeria, Estados Unidos... y México.
“Después de una década de estancamiento, en 2022 los volúmenes de quema de gas en el mundo cayeron alrededor de 3 por ciento, lo que constituye una reducción muy bienvenida, especialmente en un momento de preocupación por la seguridad energética de muchos países”, afirmó Guangzhe Chen, vicepresidente de Infraestructura del Banco Mundial.
La intensidad de la quema mundial, es decir, la cantidad de gas que se quema por cada barril de petróleo producido, también cayó a su nivel más bajo desde que comenzaron a recopilarse datos satelitales. Esto indica un desacoplamiento gradual y sostenido entre la producción de petróleo y la quema.
A pesar de los avances, la mayor parte del volumen de gas quemado sigue correspondiendo a los nueve países que más recurren a esta práctica: Rusia, Irak, Irán, Argelia, Venezuela, Estados Unidos, México, Libia y Nigeria, ya que representan casi las tres cuartas partes de los volúmenes de quema y menos de la mitad de la producción mundial de petróleo.
Los datos satelitales muestran que la disminución de las exportaciones de gas ruso a la Unión Europea no provocó un aumento de la quema de gas en ese país.
La GGFR estima que en 2022 con la quema de gas se liberaron 357 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.