La inversión fija bruta en México continuó acelerándose en el primer trimestre de este año, impulsada principalmente por el gasto productivo del sector privado, reflejo del nearshoring, que ha favorecido la entrada de capitales extranjeros, pero también por la apuesta de inversionistas locales, que ven oportunidades en el país.
De acuerdo con cifras de la Oferta y Demanda del INEGI, entre enero y marzo, la inversión total avanzó a un ritmo de 9.2 por ciento anual, por arriba del 7.8 por ciento del trimestre previo, y este fue su mejor desempeño en año y medio.
La inversión generada por el sector privado reportó un crecimiento anual de 8.7 por ciento, la mejor cifra desde el cuarto trimestre de 2021. Con este avance contribuyó con poco más del 80 por ciento al avance del gasto productivo total.
El profesor del Tecnológico de Monterrey, Héctor Villarreal, dijo que parte del impulso en inversión privada se debe a la relocalización de empresas y si bien no es la panacea, el fenómeno es un hecho.
“El fenómeno es real (aunado) a una combinación de inversión extranjera, pero también el inversionista nacional ve oportunidades, ve expansión de líneas, la demanda de Estados Unidos que no cae y jala algunos sectores, creo que eso lo explica”, dijo Villarreal en entrevista.
La directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller, también atribuyó “el crecimiento de la inversión privada al dinamismo de la inversión extranjera directa con la oportunidad del nearshoring”.
Marcos Arias, analista económico de Monex, destacó que el sector privado ha dominado en la recuperación de la inversión, pues ha pasado de aportar cerca del 80 por ciento de la inversión en el periodo previo a la pandemia a 87.1 por ciento en este primer trimestre.
A tasa trimestral, la inversión fija bruta total creció 3.0 por ciento, y la privada 3.3 por ciento, la cifra más elevada en dos años.
Repunte en inversión pública
Por su parte, la inversión pública avanzó 12.3 por ciento anual en el primer trimestre, su mayor aumento en 14 años.
No obstante, en la variación trimestral disminuyó 0.1 por ciento, luego de tres trimestres consecutivos con avances.
Siller remarcó que no ha tenido un buen desempeño, no solo en esta administración, sino que ya lleva tiempo deteriorándose. “No solo se va deteriorando la infraestructura; con esto se termina ahuyentando las inversiones, porque para recibir inversiones del exterior se necesita tener buena infraestructura, no solo estar a un lado de Estados Unidos”, dijo a El Financiero.
James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco, también dijo que la inversión pública “en la mayoría de las administraciones se sacrifica el presupuesto de proyectos de infraestructura y ha sido marcado en esta administración por las dificultades que han tenido de contar con recursos suficientes… utilizaron el fondo de estabilización, algunos fideicomisos”, señaló en entrevista.
Prevalece rezago
A pesar de que la inversión privada tuvo un sólido crecimiento, se ubica 1.7 por ciento por debajo de su máximo nivel reportado en el primer trimestre del 2018. La brecha en la pública es más amplia, pues está 48.8 por ciento por debajo de su nivel más alto, que data del arranque de 2009.
También, ambos componentes están por debajo desde el inicio de este sexenio. La privada tiene un rezago de 1.0 por ciento y la pública de 13.1 por ciento.
No obstante, desde sus niveles prepandemia han mostrado una recuperación: la privada revela un avance de 5.1 por ciento y la privada de 3.6 por ciento.
Hacia delante y a pesar de los temores de un enfriamiento en la actividad económica, Villarreal señaló ante el nearshoring, el panorama de México está relativamente mejor y permitirá seguir integrando cadenas de valor con mano de obra que en otros lados comienza a escasear.
Sobre el futuro de la inversión privada, Salazar apuntó que se ha visto ciertamente beneficiada por la apreciación del peso al momento de importar y aunque “podría haber un cierto freno en determinado momento del año por las vicisitudes que hay en el tema de recesión económica, no sería un freno tan fuerte”.