La economía de Estados Unidos mostró señales de enfriamiento en junio, ante informes de la industria y de ventas que confirmaron una debilidad y apuntan a un menor dinamismo en los próximos meses.
De acuerdo con los analistas, los datos parecen reforzar el escenario de que la Reserva Federal puede lograr un aterrizaje suave en la economía, con el empleo y la inflación creciendo a un menor ritmo, con lo que se evitaría una fuerte recesión.
Para el caso de la producción industrial el descenso fue de 0.5 por ciento mensual en junio, similar a la contracción del mes previo y contrario a la expectativa del mercado de un crecimiento de 0.1 por ciento.
Este sector de la economía no ligaba dos meses a la baja desde octubre-diciembre del año pasado, según los datos divulgados por la Reserva Federal (Fed). A tasa anual la industria cedió 0.4 por ciento, su primer dato negativo desde febrero del 2021.
Analistas de Wells Fargo señalaron que el desafío actual para la Fed es administrar la política de endurecimiento lo suficiente para desacelerar el mercado laboral y aumentar el costo del capital para contener el gasto del consumidor y así controlar la inflación sin causar daños en el sector industrial.
En tanto, las ventas minoristas lograron un avance de 0.2 por ciento mensual en junio, desde 0.5 por ciento de mayo, de acuerdo con el Departamento de Comercio.
El dato también se ubicó por debajo de la expectativa del mercado, que esperaba un crecimiento de 0.5 por ciento mensual.
Sobre este reporte, Oren Klachkin, economista principal de Estados Unidos en Oxford Economics dijo que, si bien los consumidores continúan gastando, el informe sugiere que se están volviendo más conscientes de sus compras.
“No hay señales de una recesión inminente, pero los datos indican que el gasto de los consumidores impulsó la economía a un ritmo más lento en el segundo trimestre que en el primero”, agregó.
Preocupa la manufactura
En el desglose de los datos de la industria, la manufactura, la minería y los servicios públicos ligaron dos meses a la baja, de acuerdo con el reporte de la Fed.
Sin embargo, la producción manufacturera, la más relevante del sector, genera mayor preocupación. En junio la caída fue de 0.3 por ciento mensual, su mayor descenso en tres meses.
Kieran Clancy, economista sénior de Estados Unidos en Pantheon Macroeconomics, dijo que el resultado es que la mayor parte de ese sector “permanece en un estado lamentable y vemos pocas señales de ayuda en el horizonte”.
“El repunte post-cero-Covid en el sector manufacturero de China ya se ha desvanecido... Mientras tanto, el gasto de capital interno de Estados Unidos está sufriendo el peso de costos de endeudamiento significativamente más altos”, indicó Clancy.
En tanto, el presidente del IMEF, José Domingo Figueroa, recordó que el ISM manufacturero de Estados Unidos ligó en junio ocho meses por debajo del umbral de 50 puntos que sugiere terreno de expansión, “lo que representa una señal de advertencia sobre la actividad económica en la segunda parte del año”.
Leopoldo López, economista de Grupo Financiero Banorte, estimó que continuará un menor dinamismo de la producción manufacturera, con señales claras de debilidad extendiéndose a lo largo del año, pero no prevé que se materializará una recesión en 2023.
Por otra parte, las ventas minoristas en Estados Unidos crecieron 1.5 por ciento en junio, su segundo nivel más bajo desde el impacto de la pandemia del Covid-19.
Klachkin, de Oxford Economics, prevé una desaceleración en la segunda mitad del año “a medida que el mercado laboral pierde impulso, se agotan los ahorros excedentes y las tasas de interés se mantienen relativamente elevadas”.