El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, eligió a los aeropuertos privados del país para enviar un mensaje contundente al mundo empresarial y político: puede que sea el último año de su gobierno, pero todavía está a cargo.
Con la atención moviéndose rápidamente hacia las elecciones presidenciales del 2024, y las dos principales candidatas para reemplazarlo ya nominadas, López Obrador tiene un plan entre manos para evitar ser visto como un político mermado. Por el contrario, sigue adelante con su plan maestro para ejecutar grandes proyectos de infraestructura y cimentar un legado que ha convertido al gobierno mismo en un jugador central en los negocios en México.
El miércoles por la noche, se supo que sus funcionarios de transporte cambiaron unilateralmente la estructura de tarifas bajo la cual operan los aeropuertos privados, la última de una serie de intervenciones que han irritado esporádicamente al sector privado desde que asumió el cargo en 2018.
El Gobierno no proporcionó los detalles, pero solo la noticia de los cambios fue suficiente para hacer que las acciones de los operadores aeroportuarios que cotizan en la bolsa de valores en México cayeran hasta un 44 por ciento, una de las mayores salidas del mercado vinculadas a una decisión política tomada por AMLO en sus cinco años en el poder.
“No hubo diálogo, ni nada, entonces eso fue muy agresivo”, dijo Alejandro Schtulman, director de investigación de la consultora política EMPRA, con sede en Ciudad México. “Todavía está tratando de demostrar que tiene el control de todo, que él es el principal tomador de decisiones”.
El peso y el principal índice bursátil de México también cayeron rápidamente el jueves en respuesta, mientras operadores se preocupan por cuál de los dos caminos favoritos de López Obrador podría elegir en esta intervención.
En algunos casos, ha sido intransigente y ha decidido cancelar por completo grandes proyectos, como el aeropuerto de su predecesor, valorado en 13 mil millones de dólares, o cerrar una planta cervecera parcialmente construida de Constellation Brands, valorada en mil 500 millones de dólares. En otras ocasiones, el manual ha sido dar un primer paso agresivo y luego aliviar el dolor negociando un acuerdo, como cuando extendió una concesión ferroviaria a un millonario luego de que le expropiara otra de sus líneas de tren.
Los cambios a las tarifas de los aeropuertos parecían oportunos para lograr el mayor impacto posible, mientras el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, visitaba Ciudad de México para un encuentro bilateral con AMLO y justo después de que el presidente sostuviera una reunión con algunos de los principales líderes empresariales de México, incluido el hombre más rico del país, Carlos Slim Helú.
A pesar de estar en la recta final de su mandato, López Obrador se encuentra en una posición de fortaleza que hasta ahora lo ha protegido de eventuales enfrentamientos con la élite empresarial. Su índice de aprobación ronda el 60 por ciento y la economía ha superado todas las previsiones. Se estima que crecerá 3.2 por ciento este año, a medida que la inversión llega a México gracias a que varias empresas impulsan inversiones para abastecer al mercado de Estados Unidos y reubican cadenas de suministro fuera de Asia.
La presidencia de México no respondió a las solicitudes de comentarios.
Tensión entre AMLO y el sector de aviación
La tensa relación de AMLO con el sector de la aviación ha ido más allá de cancelar un nuevo aeropuerto planeado para Ciudad México después de que la construcción ya había avanzado. En cambio, optó por mantener el actual aeropuerto Benito Juárez y construir uno nuevo, que ha tenido dificultades para atraer pasajeros y aerolíneas.
Desde la cancelación, México ha tenido que utilizar gran parte de las tarifas que se utilizarían para el mantenimiento del principal aeropuerto de la capital para pagar los intereses de la deuda contraída por el proyecto desechado y, al mismo tiempo, reducir las operaciones en el AICM. Ahora trabaja en la creación de una aerolínea estatal con la ayuda del ejército.
Los cambios del miércoles afectarán a todo el sistema tarifario, incluidos cargos a los pasajeros, los servicios aeroportuarios por el uso de pistas y el arrendamiento de espacios a aerolíneas y proveedores, según una persona con conocimiento del asunto, que pidió no ser identificada porque se trata de información privada.
Es posible que AMLO haya hecho los cambios en un esfuerzo por recuperar más dinero para terminar sus costosos proyectos antes de que concluya su mandato.
“Lo que está pasando es que el Gobierno no tiene suficientes ingresos y está buscando de dónde sacarlos”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.
En cualquier caso, la última medida de AMLO en materia de aeropuertos tocó una fibra sensible del mercado: el peso, cuya fuerte subida este año ha sido aceptada como una señal de su sólido liderazgo, cayó el jueves un 1.7 por ciento a su punto más bajo desde abril, mientras que el índice bursátil cayó un 2.5 por ciento.
Las acciones de Grupo Aeroportuario del Sureste SAB, Grupo Aeroportuario del Pacifico SAB, y Grupo Aeroportuario del Centro Norte SAB terminaron el jueves cayendo entre un 17 y un 26 por ciento tras haber perdido un 44 por ciento intradía. Las tres empresas dijeron en comunicados que analizan el efecto de los cambios en sus operaciones.
Los inversionistas le habían dado al presidente el beneficio de la duda en el presupuesto gracias a su historial de gasto ajustado y el auge de las inversiones en el país. Pero ahora están preocupados mientras se preguntan a qué otros sectores podría apuntar López Obrador en su último año, dijo Rodolfo Ramos, estratega de Bradesco BBI.
“Nadie está a salvo”, dijo. “Esto empieza a cuestionar el estado de derecho y si el Gobierno respeta los contratos”.
Acciones repuntan tras caída por golpe a concesiones aeroportuarias
Las acciones mexicanas recuperaron algunas de las fuertes pérdidas provocadas por un cambio inesperado en los acuerdos de concesión de los aeropuertos, mientras los inversionistas observaban fuertes datos de crecimiento y un informe de los medios locales que sugería que los cambios en las tarifas aeroportuarias podrían no ser tan severos como se temía.
El índice bursátil de referencia subió un 0.5 por ciento este viernes, revirtiendo pérdidas de hasta un 1.4 por ciento, en un repunte que también fue ayudado por una mejora del estado de ánimo en los mercados globales. Aún así, el índice todavía está en camino a su peor semana desde junio.
Si bien las preocupaciones sobre la intervención del gobierno podrían seguir pesando sobre las acciones, también crean una “brillante oportunidad de inversión”, según Rodolfo Navarrete, jefe de analistas de la corredora mexicana Vector.
Para respaldar los avances, el periodista Ciro Gómez Leyva dijo en su programa de noticias este viernes que, entre los cambios en las tarifas aeroportuarias, la administración quiere reducir la tarifa a los pasajeros, conocida como TUA, hasta en un 8 por ciento, sin indicar la fuente de la información. Eso alimentó las apuestas de que se había sobreestimado el impacto en los grupos aeroportuarios.
El Grupo Aeroportuario del Sureste SAB, o Asur, subió más del 4 por ciento y el Grupo Aeroportuario del Pacífico SAB, o GAP, ganó más del 2 por ciento, recuperándose de las pérdidas del jueves. Grupo Aeroportuario del Centro Norte SAB retrocedió de una caída de más del 9 por ciento para cotizar alrededor de un 1 por ciento menos. La aerolínea Controladora Vuela Compañía de Aviación, o Volaris, subió alrededor de un 7 por ciento.
Con información de Michael O’Boyle de Bloomberg.