La Inversión Extranjera Directa (IED) en México experimentó un crecimiento del 2.2 por ciento al cierre de 2023, lo cual llevó a un total de 36 mil 58 millones de dólares (mdd), según datos preliminares proporcionados por la Secretaría de Economía.
La cifra del 2023 marcó niveles históricos dentro de la serie estadística. Sin embargo, a pesar de este aumento, la tasa de crecimiento se desaceleró y no alcanzó las expectativas previstas por organismos internacionales y economistas.
La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) estimó recientemente un crecimiento del 21 por ciento para 2023, alcanzando 43 mil 900 mdd.
En tanto, los datos recopilados por el Banco de México (Banxico) a través de su Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, reflejaron una media de 25 economistas consultados que esperaban una cifra aún más elevada, alcanzando los 38 mil mdd. Incluso, algunas proyecciones particulares llegaron a situarse en un máximo de 45 mil 500 mdd.
“Teníamos un estimado de 37 mil mdd, entonces ligeramente se queda por debajo de lo pronosticado”, dijo Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex.
John Soldevilla, director general de ECOBI, explicó que si bien en términos nominales se registró un récord histórico de la IED, en términos relativos el resultado no es bueno, ya que fue equivalente a solo 2.0 por ciento del PIB nacional de 2023, un descenso sistemático desde el 2.7 por ciento de 2018.
“Aunque la Secretaría de Economía haga énfasis del récord histórico de la IED, en realidad no son buenas cifras y hasta son algo decepcionantes. Ya deberíamos estar viendo resultados materiales producto del nearshoring. Al parecer, esto no está ocurriendo”, indicó Soldevilla.
Reinvierten utilidades
La reinversión de utilidades fue el principal motor detrás del crecimiento de la IED, representando un 74 por ciento del total de la inversión, seguido por préstamos y pagos realizados entre compañías del mismo grupo corporativo (13 por ciento) y la incorporación de nuevos inversionistas extranjeros o empresas en México (13 por ciento).
Quiroz Zamora destacó que esta proporción sobre lo que reinvierten las empresas ya se veía durante varios trimestres, y en cierta medida se explica por la intención de las empresas de incrementar la capacidad productiva que actualmente existe en el país, principalmente en los sectores donde ya están establecidas.
“Esperábamos ver un incremento de la nueva inversión ligada al nearshoring, entonces el hecho de que la nueva inversión fue limitada, en datos duros parece que todavía no estamos viendo esa gran ola de llegada de inversión al país”, señaló la experta.
Se concentra en el norte
A pesar de los esfuerzos del Gobierno Federal por impulsar los estados del sureste como polos de desarrollo para inversiones, los estados del norte y la CDMX siguen concentrando más de la mitad de la IED. La capital acaparó el 31 por ciento, seguido de Sonora y Nuevo León, con 8 y 7 por ciento.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, dijo que la oportunidad del nearshoring se está desaprovechando.
“La oportunidad del nearshoring asciende a más de 300 mil mdd, y si bien esta nueva inversión que entró es buena, no estamos aprovechando ni el 10 por ciento”, señaló.
En cuanto a la distribución por sectores, la manufactura atrajo la mitad de las inversiones, con un 50 por ciento del total de la IED registrada. Entre las industrias más destacadas se encuentran equipo de transporte, industrias de bebidas y tabaco y metales y equipo de computación.