La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) enfatizó que en sus próximas decisiones de política monetaria mantendrá la cautela que ha caracterizado el actual ciclo, ya que todavía hay camino por recorrer para llevar a la inflación a la meta de 3.0 por ciento.
Las minutas de la decisión de política monetaria anunciada el 8 de febrero reflejaron la inquietud de los integrantes de la Junta ante el alza en la inflación y sus componentes, a tal grado que expusieron que toda decisión será dependiente de los datos disponibles en su momento.
Un miembro de la Junta apuntó que no se puede descartar que sea necesario mantener el nivel actual de la tasa de referencia por más tiempo del que anticipa el consenso del mercado ante la dinámica inflacionaria.
“La coyuntura económica es altamente incierta, tanto en el ámbito externo como interno, por lo que el Instituto Central no debe comprometerse a realizar cualquier ajuste a la tasa de referencia en un plazo específico”, manifestó el documento.
Junta de Gobierno atenta a segundo trimestre de 2024
Si bien estimó que los choques de precios en el componente no subyacente se desvanezcan en el segundo trimestre de 2024, detectó otros retos, como que la inflación no subyacente se estabilice en niveles superiores a los previstos, la resiliencia de la economía mayor a la anticipada y la posibilidad de episodios de depreciación de la moneda nacional.
Un miembro más remarcó que antes de iniciar un ciclo de recortes consecutivos en la tasa de referencia se requiere que la inflación subyacente, particularmente, el subcomponente de servicios, consoliden una trayectoria descendente.
“Debe mandarse la señal de que no se reparará en los esfuerzos por fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación. Hacia delante, deben preservarse los niveles actuales de restricción monetaria. Comparado con otros países, la política monetaria en México no es tan efectiva, por lo que se requiere una restricción monetaria más duradera”.
Otro integrante sostuvo que discutir la posibilidad de reducir la tasa, hoy en 11.25 por ciento, no implica que se haya declarado victoria en el combate a la inflación, pues se admite que la tarea no ha concluido.
Detalló que deberá irse ponderando el nivel de restricción monetaria con la evolución del indicador y de sus componentes, así como con sus perspectivas.
Un participante más de la Junta comentó que el enfoque debe ser prudente, cauteloso, flexible y dependiente de los datos.
En tanto, otro integrante expuso que la postura monetaria es claramente restrictiva bajo cualquier métrica, y sostuvo que ajustes a la baja no impedirían continuar con este enfoque, el cual es necesario, pues aún queda camino por recorrer.
“Los ajustes a la postura serán graduales ante la no-linealidad esperada del proceso desinflacionario, lo que permitirá evaluar su comportamiento y monitorear los riesgos que prevalecen”, consideró.