El senador republicano Josh Hawley presentó hoy una iniciativa para imponer aranceles del 125 por ciento a los vehículos fabricados en China que intenten ingresar a Estados Unidos a través de México, en un intento por proteger a los trabajadores automotrices estadounidenses.
La “Ley de Protección de los Trabajadores Automotrices Estadounidenses de China” busca contrarrestar el dominio de China en la industria automotriz global y evitar que los fabricantes chinos usen a México como una “puerta trasera” para sortear las leyes comerciales de Estados Unidos.
“Si Joe Biden quiere apoyar a los trabajadores automotrices estadounidenses, debería comenzar por protegerlos de la amenaza existencial que representa China”, afirmó Hawley.
La iniciativa llega luego de que el presidente Biden anunciara nuevas reglas para forzar la transición a vehículos eléctricos, con el objetivo de que dos terceras partes de los autos vendidos en Estados Unidos sean eléctricos para 2030.
China lidera ampliamente el mercado de autos eléctricos y sus componentes, por lo que la legislación de Biden haría al país aún más dependiente de la industria automotriz china, advierte Hawley.
La Ley de Protección aumentaría la tasa arancelaria base de las importaciones de autos desde China al 100 por ciento, para un arancel total del 125 por ciento sobre todos los vehículos ensamblados por firmas chinas, sin importar su lugar de manufactura.
De esta forma, se evitaría que las automotrices chinas usen a naciones como México para esquivar los aranceles al ensamblar los vehículos fuera de China antes de exportarlos a Estados Unidos.
“Debemos dar prioridad a los trabajadores estadounidenses, traer empleos de vuelta al suelo estadounidense y rechazar los mandatos climáticos radicales que enriquecen a China y empobrecen a América”, afirmó Hawley.
Exportaciones de autos chinos desde México preocupan a sindicatos de EU
Jason Wade, asistente administrativo principal del International United Auto Workers, expresó preocupación por el aumento en el número de fabricantes y proveedores que pagan aranceles más bajos en México en comparación con los establecidos en Estados Unidos, lo que podría afectar la infraestructura y el ecosistema desarrollado en las últimas décadas.
“Si los proveedores o fabricantes vienen de China o de cualquier otro lugar, enfrentan aranceles 301 o aranceles 232, pero si van a México donde la tasa de mano de obra es significativamente más baja y la tasa arancelaria también es significativamente más baja, lo vemos como un gran problema”, señaló.