Petróleos Mexicanos (Pemex) es una ‘bomba de tiempo’ para las finanzas públicas, por lo que es prácticamente imposible suspender los apoyos económicos para la empresa, pero lo que si pudiera hacer el Gobierno de Xóchitl Gálvez sería transformarla a una empresa del siglo XXI que genere rentabilidad mediante energías renovables, afirmó en entrevista Rosanety Barrios, coordinadora de energía de la candidata de la coalición ‘Fuerza y Corazón por México’.
“Imagínate, cualquiera que diga que ya no se dará dinero a Pemex significa un ‘default’ para la empresa, y México perdería inmediatamente su calificación crediticia, sería imposible no cargar a Pemex, pero no lo vamos a hacer eternamente, ya que la actual administración la dejó en coma y con hemorragia”, dijo.
La especialista recordó que, durante los primeros cinco años de gobierno, se han brindado apoyos financieros a Pemex por 1.15 billones de pesos, a lo que se suman las pérdidas operativas por 900 mil millones de pesos.
“Vimos que el Gobierno actual realizó una apuesta fallida con ideas que corresponden al siglo XX, seguimos importando el 70 por ciento de toda la gasolina que consumimos, las refinerías todos los días pierden dinero”, dijo.
Por lo tanto, la coordinadora en temas energéticos de la campaña de Xóchitl Gálvez afirmó que se tendrá que analizar el futuro del Sistema Nacional de Refinación (SNR), lo que implicaría reconvertirlas a plantas que generen energías renovables o, incluso, cerrar las plantas menos productivas.
“Necesitamos cambiar el modelo de negocios de Pemex y sus refinerías, concentrarse en las actividades en las que no pierden dinero, esto significa convertir a las refinerías en unidades de negocio del futuro, lo que implicaría capacitar a los empleados para otro tipo de actividades, como producción de biocombustibles, almacenamiento y la implementación de nuevas tecnologías”, subrayó Rosanety Barrios.
¿Cuál es el plan de Gálvez para Pemex?
Actualmente, hablar de Pemex significa remitirse a combustibles fósiles que generan grandes cantidades de emisiones nocivas al ambiente, por lo que la candidata Xóchitl Gálvez tratará de reconvertirla, e incluso, renombrarla a ‘Energías Mexicanas’.
“Porque además, ya no es opcional, la Security Exchange Commission ya va a exigir a todas las empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York que revelen el impacto de sus emisiones, por lo que los inversionistas estarán muy pendientes de las empresas de energía que están dañando al medio ambiente”, añadió.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) también sería una prioridad para Gálvez, ya que ha perdido 63 mil millones de pesos en el sexenio y se le han transferido subsidios por 440 mil millones de pesos. “Entre las dos Empresas Productivas del Estado, hemos gastado 2.5 billones de pesos, por lo que tenemos que dejar que pierdan dinero, porque si no perdemos todos los mexicanos.
Por lo tanto, los tres puntos clave para los nuevos directores de Pemex y CFE consistirá en que sean perfiles que tengan una visión del siglo XXI y que conozcan los mercados financieros, que estén dispuestos a renovar el modelo de negocios de la empresa y, finalmente, invertir en capital humano preparado que no le tenga miedo a actualizarse y competir.
Todavía es demasiado pronto para pensar en posibles candidatos para dirigir a estas empresas clave en el sector energético mexicano. Incluso, ante la pregunta expresa de si Xóchitl Gálvez ha pensado en Rosanety Barrios como su secretaria de Energía, la especialista indicó que por ahora no es el momento de conversar sobre ello.
“Yo trabajo día y noche, porque creo firmemente que Xóchitl Gálvez representa el futuro de México, mi objetivo es que eso se logre”, respondió.