El máximo representante del sector privado en el país, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), presentará a quien encabece el próximo Gobierno de México un ambicioso plan de 14 objetivos enfocados en aprovechar la oportunidad histórica que ofrece el nearshoring, para impulsar el desarrollo económico y social del país.
En un evento realizado para la presentación del libro “Nearshoring: La oportunidad de un nuevo desarrollo económico y social para México”, Francisco Cervantes, presidente del CCE, expuso que el eje central del plan es la creación de un Sistema Mexicano de Política Industrial Digital 2024-2040, que busca posicionar a México como un líder a nivel mundial en la revolución industrial digital.
Para ello, se plantea elaborar un Plan Nacional de Industria Digital para el mismo periodo, así como impulsar una reforma integral del Estado de derecho, que permita colocar a México entre los 50 primeros países en este rubro a nivel mundial y dentro de los cinco primeros en América Latina.
“Hoy somos la economía número 12 del mundo, pero no nos conformamos, tenemos que ir por más. En junio próximo, cuando el electorado se haya pronunciado en las urnas, presentaremos al candidato presidencial ganador una amplia oferta de reflexiones y de propuestas”, dijo Cervantes.
En materia de gasto, el plan contempla aumentar la inversión como proporción del PIB al 35 por ciento, con la finalidad de alcanzar progresivamente el 8 por ciento del PIB en financiamiento a través de la banca de desarrollo.
“Asimismo, se pretende generar un ambiente propicio para duplicar la inversión extranjera directa en un lapso de cinco años, aprovechando las ventajas competitivas de México, como su ubicación geográfica, recursos energéticos y mano de obra calificada”, dijo.
Piden reforma fiscal
Otra de las propuestas clave que presentará el sector empresarial es promover una reforma fiscal integral que coloque a México en el promedio de recaudación tributaria de los países de América Latina, que es del 21.7 por ciento del PIB.
Además, se plantea destinar el 3 por ciento del PIB entre 2025 y 2035 para la creación y mantenimiento de infraestructura, en coordinación con el Colegio de Ingenieros.
“En cuanto al desarrollo sustentable, el plan contempla profundizar los compromisos para la generación de energía limpia y la reducción de gases de efecto invernadero en al menos un 25 por ciento para 2025″, agregó.
En el ámbito de la investigación y desarrollo, se propone destinar progresivamente el 2 por ciento del PIB para ubicar a México dentro de los 30 primeros países a nivel mundial en este rubro.
Además, se buscará impulsar una política industrial digital de largo plazo para alcanzar el 40 por ciento de contenido nacional en las exportaciones.
Otras propuestas incluyen un Programa de Transformación Digital para ubicar a México en el nivel promedio de América Latina en cuanto al costo del espectro, aumentar el valor agregado bruto del comercio electrónico al 15 por ciento del PIB y elevar las exportaciones de productos TIC al 20 por ciento del total.
Finalmente, el plan establece como meta sostener un crecimiento anual promedio del 5 por ciento entre 2025 y 2040 para duplicar el PIB en un periodo de 15 años. Esto implicaría un esfuerzo conjunto entre el sector empresarial, académico y gubernamental, así como el fortalecimiento de regiones como el sureste y la modernización de puertos para mejorar la conectividad con Estados Unidos y Asia.
Desafíos por abordar
Por su parte, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón Barragán, lanzó un llamado urgente para que México implemente una política industrial integral que permita al país capitalizar plenamente las oportunidades del nearshoring y consolidarse como una potencia económica global.
Destacó que existen desafíos cruciales que deben abordarse para aprovechar al máximo este fenómeno de la relocalización. Según el líder empresarial, la falta de energía, gas, agua y cuellos de botella en infraestructura carretera, ferroviaria, portuaria, aeroportuaria y logística multimodal en algunas regiones podrían frenar las inversiones relacionadas con el nearshoring.
“Necesitamos contar con un marco fiscal y regulatorio justo, transparente y eficaz, con mercados abiertos para generar energía limpia suficiente y a costos competitivos, así como fuertes inversiones y planeación a largo plazo”, agregó.