Economía

Hoy No Circula ‘ya está obsoleto’ en CDMX: ¿Qué se necesita para evitar tráfico y contaminación?

Expertos señalan que se deben implementar otras acciones para evitar las emisiones de contaminantes de vehículos, como la electromovilidad y cerrar circuitos.

El programa Hoy No Circula no ha mostrado efectividad, según expertos. (Cuartoscuro)

El programa ‘Hoy no circula’ que aplican las autoridades y la Comisión Ambiental de la Megalópolis para disminuir la contaminación en la Ciudad de México y el Estado de México “ya es obsoleto”, por lo que se debe desarrollar una estrategia de electromovilidad acompañada de diversas innovaciones para que se pueda respirar aire de calidad en la capital del país.

Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de asuntos de competencia y regulación en México Evalúa, señaló que el programa ‘Hoy no circula’ es totalmente insuficiente, ya que el tráfico actual no varía demasiado cuando se implementa.

“Somos demasiados habitantes moviéndonos de la misma manera, por lo que ese programa del ‘Hoy no circula’ no cambia demasiado las emisiones contaminantes, y como decía Einstein, si quieres fracasar, pues sigue haciendo las mismas cosas, ahora lo que necesitamos es innovar y electrificar”, indicó.

De acuerdo con el World Resources Institute, el autotransporte contribuye con alrededor del 80 por ciento de las emisiones de Gas de Efecto Invernadero (GEI), además de que es la principal causa del incremento en la demanda de energía, por lo que son urgentes las medidas para descarbonizar este sector.


“Algunas flotillas como las de Bimbo, ya han migrado a autos eléctricos, incluso, algunas lo hicieron a gas natural, que contamina menos, pero hay muchas flotillas que siguen igual, además, los transportes de pasajeros, los de carga y los camiones escolares son los que más generan contaminación al medio ambiente”, dijo la investigadora de México Evalúa.

Indicó que actualmente, son pocos los medios transportes que han buscado descarbonizar sus operaciones, como es el caso del Metrobús, además de que hace falta infraestructura para detonar la electromovilidad con elementos como cargadores de autos.

Al respecto, Isabel Studer, embajadora del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, sugirió implementar una estrategia de electromovilidad orientada al transporte público, sobre todo para reemplazar el parque vehicular obsoleto con algún programa de chatarrización.

Entre las medidas innovadoras que se podrían implementar para disminuir de manera constante la contaminación se encuentra prohibir vehículos en ciertas zonas como el Centro Histórico y otras que ya están saturadas.


“También recomendamos invertir en el Metro como una solución baja en emisiones; promover programas de colaboración con las empresas de entregas de última milla para acelerar la electromovilidad, crear incentivos para crear taxis eléctricos y ampliar plataformas de vehículos eléctricos en plataformas de ride-sharing como Vemo”, indicó

La especialista señaló en la publicación La transición hacia vehículos eléctricos y movilidad urbana sostenible en México al 2030 que es necesario crear políticas públicas para que los vehículos eléctricos representen la mitad de las ventas de vehículos nuevos en 2030 y el 100 por ciento en el 2040.

“Hay tres maneras de lograrlo, en primer lugar, crear incentivos para el desarrollo de la infraestructura de carga, como segundo punto, la adopción de normas que reduzcan las emisiones y mejoren la eficiencia y finalmente, crear esquemas financieros y otros programas, orientados a la renovación de un parque vehicular viejo y contaminante”, dijo Studer.

Ana Lilia Moreno indicó que también hay otros factores que requieren atención, como la contaminación que genera la refinería de Tula, Hidalgo.

“Aproximadamente un 20 por ciento de la contaminación de la ciudad proviene de Tula, pero no hay un plan para sustituir las funciones de la refinería y la termoeléctrica, necesitaríamos una inversión muy fuerte para impulsar la transición energética de estas instalaciones”, indicó.

También agregó que la época de la pandemia les enseñó a las empresas y escuelas que el home office es productivo, por lo que se podrían adoptar medidas para que estas actividades migren a la virtualidad cuando haya contingencias ambientales.

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