A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha utilizado ‘como escudo’ la fortaleza del peso para presumir la economía mexicana, en menos de una semana, el propio mandatario federal provocó el colapso de la moneda, la cual tocó niveles no vistos desde hace 4 años, ante el anuncio del impulso a la reforma del Poder Judicial.
Pero… ¿AMLO tiene el poder de revertir las pérdidas que ha acumulado el peso en las últimas semanas? La respuesta es SÍ. De acuerdo con el director editorial de El Financiero, Enrique Quintana, el presidente de México tiene en sus manos los elementos para que el dólar regrese a niveles más bajos.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo tendría que enviar certidumbre a los mercados sobre dicha iniciativa y darle autonomía a Claudia Sheinbaum para que ella defina los tiempos y las formas de realizar las reformas constitucionales planteadas el pasado 5 de febrero.
“Si eso sucediera, no dude usted que la paridad del peso frente al dólar regresaría por lo menos a 17 pesos o incluso más abajo”, explicó Enrique Quintana en su columna ‘AMLO y su disyuntiva con el dólar’.
No obstante, el columnista de El Financiero señala que a pesar de que el billete verde le ha ganado terreno al peso, esto no significa que exista o inicie una devaluación en la moneda mexicana, pues tendría que depreciarse el 13 o 14 por ciento más para equiparse en su paridad real a la que existía a principios del sexenio de López Obrador.
Es decir, tendría que ubicarse en 21.15 pesos por dólar. Es importante recordar que el gobierno de Peña Nieto cerró con una paridad de 20.22 pesos por dólar, si la cotización del sexenio de AMLO termina por debajo de ese nivel, “seguirá siendo cierto que en esta administración no hubo devaluación”.
¿Por qué no es mala noticia que el dólar se fortalezca frente al peso?
Según Quintana, que el precio del dólar haya subido tras la elección 2024 tiene impactos positivos, ya que los importadores de bienes y servicios verán un incremento en sus costos, o los verán en cuanto liquiden sus adquisiciones con un dólar más caro.
También los exportadores, algunos de los cuales estaban angustiados por la pérdida de competitividad de sus productos o servicios, “podrán respirar un poco después de padecer por muchos meses al ‘superpeso’”.
Mientras que los receptores de remesas incrementarán cerca del 10 por ciento la capacidad de compra del dinero que reciben.