La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) sorprendió con un recorte de 25 puntos base a la tasa de referencia para ubicarla en 10.75 por ciento y abrió la posibilidad a nuevas bajas. A la par, ajustó al alza los pronósticos de la inflación para los siguientes trimestres.
La decisión generó opiniones divididas por parte de los analistas, ya que si bien para algunos el recorte era esperado y fue acertado, otros consideraron que fue innecesario, inconsistente en la forma que fue justificado, y contrastó con la revisión al alza en los pronósticos de inflación.
Banxico justificó el recorte al subrayar la trayectoria descendente de la inflación subyacente, la temporalidad de la incidencia del indicador no subyacente sobre la inflación general y la debilidad económica.
Además, indicó que si bien el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva, por su evolución es adecuado reducir el grado de apretamiento. El proceso desinflacionario continuará, expuso el comunicado del anuncio de la decisión de política monetaria. “Hacia delante, prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa de referencia”.
La decisión estuvo dividida. Votaron a favor del recorte la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Galia Borja y Omar Mejía; los subgobernadores Irene Espinosa y Jonathan Heath votaron por mantener la pausa.
Ven argumentos débiles
Analistas de Citibanamex vieron que la decisión fue acertada, pero inconsistente en la forma en que justificaron, ya que tuvo mayor peso el buen comportamiento de la inflación subyacente, lo que pudo haberse tomado para no hacer pausas en mayo y junio.
Analistas de Scotiabank apuntaron que los mensajes acomodaticios de miembros de la Junta de Gobierno contrastan con la continua revisión al alza de los pronósticos de inflación. “Esto podría poner en duda su compromiso por alcanzar el objetivo de inflación”.
Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, señaló que el recorte llamó la atención, ya que existen riesgos importantes al alza para la inflación.
“Este recorte puede terminar siendo un error de política y afectar la reputación del Banco de México. Esto último es importantísimo, puesto que uno de los principales canales de transmisión de la política monetaria en México es el de expectativas”, indicó.
Alfredo Coutiño, director de análisis para América Latina en Moody’s Analytics, consideró que con el recorte, Banxico desafió la turbulencia monetaria y las presiones sobre el peso, con lo que la autoridad monetaria tomó un riesgo innecesario.
En entrevista con El Financiero Bloomberg, Alejandra Marcos, directora de análisis y estrategia en Intercam, sostuvo que “Banxico nuevamente señala que el balance de riesgos está sesgado al alza. Eso también pone en tela de juicio la convergencia hacia el objetivo que siguen insistiendo va a ser en el cuarto trimestre del próximo año”.
Lo anterior, luego de que Banxico ajustó sus expectativas de inflación. Para la general incrementaron del tercer trimestre de este año al primero del 2025. Ahora se prevé que cierre 2024 en 4.4 por ciento, desde 4.0 por ciento. Para la subyacente bajó de 4.1 por ciento a 4.0 por ciento en el tercer trimestre del año.
Entre los riesgos al alza se encuentran la persistencia de la inflación subyacente, mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas y escalamiento de conflictos geopolíticos.
“Banxico ha abierto la puerta a un ciclo de bajas, aunque seguirá actuando de forma dependiente de los datos”, manifestó José Luis Ortega, director de inversiones activas en BlackRock México.
Alberto Ramos, economista para América Latina de Goldman Sachs, consideró que se insinuó un recorte en la próxima reunión, por lo que mantuvo su pronóstico de tres recortes más de 25 puntos en el año.