Los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex) subieron después de que JPMorgan Chase & Co. dijera que es el momento de aumentar la deuda antes de una posible mejora de la calificación crediticia.
Los bonos en dólares de la empresa estatal subieron en toda la curva y los con vencimiento en 2050 aumentaron 2.5 centavos a 79.6 centavos de dólar, el nivel más alto desde febrero de 2023, según datos de Trace. El repunte llevó el rendimiento extra que exigen los inversionistas para mantener esos bonos por encima de la deuda soberana al nivel más bajo en más de dos años.
La analista de JPMorgan Alejandra Andrade mejoró la recomendación del banco desde neutral a sobreponderar, citando la posibilidad de que la petrolera sea reclasificada como “empresa pública” desde su actual categoría de “empresa productiva del Estado”. El cambio daría lugar a una relación más estrecha con el gobierno y potencialmente desencadenaría una mejora de Fitch Ratings, escribió Andrade en una nota publicada el jueves.
“Aunque sea negativo desde el punto de vista de la gobernanza, este cambio podría tener implicaciones positivas en la calificación de Fitch”, afirmó, haciendo referencia a un reciente panel celebrado en Londres al que asistieron representantes de Fitch. Ella recomienda a los clientes comprar específicamente bonos con vencimiento en 2035 y 2048, ya que cotizan por debajo del par y ofrecen rendimientos del 10 por ciento.
Los representantes de Fitch y Pemex no respondieron a los mensajes en busca de comentarios.
México tendría que aprobar una reforma constitucional con la aprobación de dos tercios de ambas cámaras del Congreso para reclasificar a Pemex, y JPMorgan dijo que no hay una fecha programada para tal cambio.
En 2013, Pemex fue reclasificada como “empresa productiva del Estado”, lo que le dio más independencia para tomar decisiones sobre asuntos de gestión, como su presupuesto. Bajo la etiqueta de “empresa pública”, la compañía sería administrada de cerca por el gobierno y se centraría en su mandato social por encima de las ganancias, escribió Andrade.
El cambio sería negativo desde una perspectiva financiera y de gobernanza, pero probablemente daría lugar a una mejora a grado de inversión y provocaría entradas masivas de compradores de bonos. Actualmente, Fitch califica a Pemex en el cuarto nivel del grado especulativo, mientras que Moody’s Ratings la sitúa dos niveles por debajo de dicho grupo. S&P Global Ratings asigna a Pemex la misma calificación que al gobierno mexicano, BBB, dos escalones por debajo del grado de inversión.
Claudia Sheinbaum, la sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador, tomará posesión del cargo la próxima semana y se prevé que su política será una amplia continuación del apoyo estatal a Pemex. Así que la recomendación de comprar es independiente de la taxonomía de la empresa, dijo JPMorgan.
“Una clasificación por sí sola no dicta hacia dónde irá Pemex ni cómo se comportará”, escribió Andrade. “Sino que el gobierno continuará moldeando el futuro de Pemex independientemente de la clasificación”.