Economía

Financiamiento al consumo en el país mantiene un sólido avance

La racha positiva del crédito al consumo se debe a que han perdido fuerza el empleo y el salario real, por lo que las familias mexicanas buscan compensarlo a través del crédito.

La expansión del crédito automotriz fue de 44.7 por ciento anual real, su alza más pronunciada desde febrero del 2012. (Bloomberg)

El crédito bancario al consumo extendió su sólido crecimiento hacia la recta final del año, con un incremento de 12.7 por ciento anual en términos reales durante septiembre, según datos del Banco de México (Banxico).

La racha positiva del crédito al consumo es de 33 meses con crecimientos anuales, de los cuales, en los últimos 19 se ha visto aumentos a doble dígito.

James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco, dijo que es sorpresiva la resiliencia del crédito al consumo, aunque en meses recientes no se esté reflejando en el consumo. “Probablemente esta mayor demanda de este tipo de créditos es por el hecho de que las familias intentan mantener cierto nivel de ingreso disponible; ha perdido fuerza el empleo, el salario real, y buscan compensarlo a través del crédito, tratando de mantener el gasto hace unos meses”, dijo.

En el desglose de la cartera se vio un comportamiento mixto. En tarjetas de crédito se moderó el crecimiento a 7.6 por ciento anual real en septiembre, y en nómina se desaceleró a 4.6 por ciento, desde el 7.9 y 5.2 por ciento de agosto, respectivamente. En contraste, el crédito para la compra de bienes de consumo duradero vio un aumento de 38.7 por ciento anual real en septiembre, ligeramente por encima del 38.1 por ciento del mes previo.

Dicho rubro se vio impulsado por el sector automotriz, cuya expansión fue de 44.7 por ciento anual real, con lo que sumó tres meses acelerándose y representó su alza más pronunciada desde febrero del 2012, cuando inician los registros para este sector.

La Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices (AMDA) reveló que de enero a septiembre la participación del crédito en el total de compras de vehículos nuevos al menudeo alcanzó la meta ideal del 70 por ciento, lo que refleja la fortaleza del crédito automotriz.


Además de la solidez en la compra de bienes durables, los créditos personales mostraron resistencia, al anotar un avance de 8.4 por ciento anual real en septiembre, luego de mantener durante dos meses crecimiento de 8.3 por ciento.

Signos de moderación

En términos generales, la cartera vigente de crédito mostró un crecimiento de 7.1 por ciento anual real en septiembre, desde el 7.9 por ciento del mes previo.

El monto total de la cartera es de 6.56 billones de pesos, de los cuales se destina a empresas y personas físicas con actividad empresarial el 52.1 por ciento; al crédito al consumo, el 24.4 por ciento, y a vivienda, 21.2 por ciento.

En las empresas, se observó un crecimiento de 6.6 por ciento anual real, tras repuntar 7.5 por ciento en agosto. En la manufactura el crecimiento se moderó a 1.4 por ciento, desde 1.6 por ciento, y en la construcción fue más notable al avanzar 0.2 por ciento, tras el 2.1 por ciento anterior.

Irasema Dagnini, analista económica, dijo que esta moderación puede ser señal de una mayor una desaceleración hacia delante y llama la atención que las empresas no utilicen los créditos aun cuando las tasas van a bajar. “En términos generales estimo que con la desaceleración de la economía se verá una disminución en la cartera de las empresas y personas físicas con actividad empresarial o una menor colocación por parte de la banca hacia este sector”, añadió.

En tanto, el crédito a la vivienda se aceleró a 2.8 por ciento anual real en septiembre, desde el 2.6 por ciento del mes previo.

Menor demanda

“En el futuro, las altas tasas reales, el impulso de crecimiento por debajo de la tendencia y la incertidumbre política y legislativa pueden desacelerar la originación de crédito”, estimó Alberto Ramos, director del equipo de investigación macroeconómica de Latinoamérica en Goldman Sachs.

Los analistas de Intercam explicaron que los niveles de capitalización permanecen altos y la morosidad controlada, por lo tanto, los fundamentales de la banca permanecen sólidos, pero persiste la incertidumbre hacia delante.

“La pregunta es qué tan sostenible sería la tendencia de cara a 2025, en un contexto en donde se prevé un menor crecimiento de la economía”, añadieron los economistas de la firma.

La institución consideró que un factor que podría favorecer la demanda del financiamiento son las menores tasas de interés, aunque el crédito en México se asocia con el crecimiento económico, particularmente en el segmento de crédito empresarial.

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