Hasta el primer semestre de este año, el 90 por ciento del combustible consumido en México proviene del extranjero, según el Prontuario Estadístico de Gas Natural de la Secretaría de Energía (Sener).
El porcentaje de importaciones de gas natural durante el periodo es superior al registrado en 2018, cuando fue de 88 por ciento.
La información se basa en el consumo nacional doméstico e industrial, es decir, sin considerar el que es utilizado por Pemex para llevar a cabo diversas actividades, como reinyección en campos petroleros, entre otras.
En contraste, hace diez años, en 2009, el porcentaje de importaciones correspondía al 32 por ciento. Es decir, en una década el país ha triplicado su dependencia al combustible del extranjero, mientras que del total, 90 por ciento proviene de Estados Unidos.
Según una presentación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entre los países que tienen una dependencia superior al 90 por ciento en cuanto a gas natural del exterior —como Francia, Japón, Italia y Turquía— solo México depende tanto de un país.
Ninguna de las demás naciones importa más del 50 por ciento de un solo país. "Entre los países con alta dependencia externa de gas natural, México es el que depende en mayor proporción de un solo país", señaló la CNH.
La dependencia ha aumentado como consecuencia de una baja pronunciada en la producción nacional de gas seco. Por ejemplo, en tan sólo 10 años, ésta se redujo en 47 por ciento, pues pasó de una producción diaria de 4 mil 897 millones de pies cúbicos en 2009 a 2 mil 587 millones hasta el primer trimestre de este año.
Ramsés Pech, especialista del sector, explicó que la menor producción se debe principalmente a la baja en las actividades de Pemex en las Cuencas de Burgos y del Sureste.
Pemex ha dejado de apostar por la producción del hidrocarburo, explicó, debido a que el precio internacional del gas no hace rentables las actividades de extracción.