CIUDAD DE MÉXICO.- La tasa de aportación obligatoria que se decretó para los trabajadores afiliados al IMSS, de 6.5 por ciento, es la más baja de los sistemas de cuentas individuales que existen en el país.
Por ejemplo, en el ISSSTE la contribución es del 11.3 por ciento, en la CFE de 12.5 por ciento, en el Fideicomiso del Fomento Minero, es 14 por ciento y en el caso de las pensiones de los trabajadores del Estado de México la contribución es del 13 por ciento.
Existen entidades federativas que han modificado su esquema de pensiones, migrando del sistema de reparto al de cuentas individuales, o aplicándolos de manera mixta.
Uno de los estados es Coahuila, ahí la tasa de aportación se estableció en 15.5 por ciento; en Guanajuato, la contribución para el retiro es de 24.9 por ciento, en el Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco, es del 20 por ciento, todas estas por encima del 6.5 por ciento que aportan los trabajadores afiliados al IMSS.
Desde la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro, la aportación del 6.5 por ciento no se ha modificado y no existe alguna propuesta en el Congreso para ampliarla.
Con esta tasa de contribución se estima que las pensiones que recibirán los trabajadores afiliados al IMSS serán bajas y lo más alto que podrían llegar sería al 38 por ciento del último salario que perciban.
Las pensiones de los servidores públicos son las que más le cuestan al país, del total de pasivos pensionarios que se estiman en 120 por ciento del PIB Interno Bruto, 90 por ciento corresponden a las pensiones de los servidores públicos y el 30 por ciento restante a los retiros que paga el IMSS.