Un crecimiento mundial débil, una explosión demográfica en declive, una reducción en los precios de los productos básicos y situaciones fiscales debilitadas dejan en evidencia la necesidad de profundas reformas fiscales en América Latina y el Caribe, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En su informe macroeconómico anual dado a conocer este domingo, el organismo multilateral considera que la mayoría de los países precisa recortar su gasto fiscal, pero sugiere que no se debe reducir las inversiones de capital, sino más bien realizar reformas más profundas.
El vicepresidente del BID, Santiago Levy, expresó que "las reformas fiscales nunca son sencillas de llevar a cabo", y muchos países se ven en la difícil situación de tener que actuar de manera inmediata o exponerse a ajustes aún más complicados en el futuro.
El informe llamado "Es hora de actuar: América Latina y el Caribe enfrentan grandes desafíos", el BID subraya que los precios de las materias primas han vuelto a los niveles de la década de 1990, con pocas posibilidades de recuperarse en el futuro cercano.
La región experimentará un crecimiento nulo o levemente negativo en 2016, aunque "la realidad es heterogénea", señala el economista jefe del BID, José Juan Ruiz.
"Si bien la región, en su totalidad, enfrentará un crecimiento negativo este año, casi una cuarta parte de los 26 países miembros del BID actualmente registran un crecimiento de 3.5 por ciento o superior", refiere.
A su vez, existen riesgos adicionales, pues de acuerdo con los cálculos del BID, por cada 1.0 por ciento de reducción en el crecimiento de China, América Latina y el Caribe reporta una reducción de 0.6 por ciento en el crecimiento.
Asimismo, por cada 1.0 por ciento de reducción en el crecimiento económico de Estados Unidos, América Latina y el Caribe pierde 1.5 por ciento en crecimiento. "Si se suma el impacto de China y Estados Unidos, entre ambos pueden retrasar la recuperación económica de la región en un año", advierte.
El BID resalta que algunos países han logrado ahorrar y por tanto pueden suavizar la transición hacia precios más bajos de los commodities (materias primas), pero varios países aumentaron su gasto público en respuesta a la recesión sufrida en 2009, y luego no revirtieron los aumentos cuando las economías mejoraron.
Para el organismo, los países de América Central y el Caribe se están viendo beneficiados por las caídas en el precio del crudo y la recuperación económica de Estados Unidos, pero varios de ellos aún deben realizar ajustes fiscales para impedir que crezcan sus deudas.
El informe analiza los presupuestos fiscales declarados de 15 países, y proyecta que los ingresos aumenten en 1.1 por ciento en tanto los recortes asciendan al 1.7 por ciento, de los cuales un punto porcentual proviene de la reducción en gastos de capital, lo que afectará el crecimiento a futuro.
Considera que existe la oportunidad de reequilibrar el gasto en favor de la inversión pública, tal como en el caso de programas de reparación y mantenimiento de infraestructura.
Una mejor infraestructura también mejorará el desempeño exportador de la región, algo que puede verse aún más favorecido si se profundiza la integración regional para aumentar la escala, permitiendo que las firmas compitan en mercados internacionales, expone.
Además, existe un margen considerable para mejorar la eficiencia, en particular en lo que se refiere a educación y salud, que tienden a representar una gran proporción del gasto público.