La combinación entre inversionistas más cuidadosos y las inversiones que realizan en instrumentos más seguros puede provocar una falta de liquidez en el mercado de deuda privada nacional, similar a lo que sucedió en septiembre-octubre del 2008, con la quiebra de Lehman Brothers y la crisis de derivados fuera de Bolsa.
Las empresas en México no han podido colocar la totalidad de sus bonos de deuda de corto plazo, por lo que la semana pasada se pospusieron las emisiones programadas; mientras que el apalancamiento de largo plazo acumuló dos semanas sin colocaciones.
Ante el desconocimiento de los estragos y la duración que tendría el coronavirus en la economía global, los inversionistas están siendo cuidadosos con las posiciones que están tomando y por parte de los emisores que están tratando de moderar, tanto sus inversiones como su nivel de apalancamiento.
"Las autoridades no han anunciado programas contundentes para ayudar a las empresas, por lo que no descarto que a algunas empresas las tomen 'con los dedos en la puerta' y ahí, se tendrá que salir a ayudarlas", afirmó Carlos González, director de Análisis y Estrategia Bursátil de Monex.
Añadió que la liquidez se vuelve importante para una empresa, ya que esta no quiebra por problemas de operatividad, sino por un problema de liquidez para hacerle frente a sus pagos de corto plazo.
Por su parte, Tania Abdul, directora de Deuda Corporativa de Banorte-Ixe, explicó que el mercado de corto plazo moderó notablemente su movimiento con presión en sobretasas, que contrasta con la situación de la actividad a largo plazo donde solo se presentó una colocación por 500 millones de pesos.